14 enero 2009

Aerolíneas Argentinas: El misterioso vuelo a Madrid nunca decoló

No hay explicación para la cancelación del vuelo de Aerolíneas Argentinas que debía partir hacia Madrid en la noche del martes 13/01. Al parecer, Julio De Vido tendrá que ir a comer asado a algún quincho de los pilotos sindicalizados (que la compañía tiene en exceso, vale la pena destacar).

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Boeing 747-400 de Aerolíneas Argentinas debía decolar rumbo a Madrid como todos los martes, cerca de la medianoche. Sin embargo, a las 20:00 el comandante del vuelo informó que se encontraba enfermo y no podría ser de la partida.

De inmediato se ejecutaron las formalidades previstas para las situaciones de emergencia, convocándose a la guardia de reemplazo. El vuelo se reprogramó para decolar desde Ezeiza a las 2:00 del miércoles 14/01.

Sin embargo, cerca de las 22:30, y cuando casi la mitad de los pasajeros ya había cumplimentado el check-in, el comandante de reserva notificó que él también tenía un problema de salud y no podría ser de la partida.

El vuelo quedó postergado para el jueves 15/01, de acuerdo a los comentarios que llegaron desde Ezeiza. Aquellos pasajeros que tenían que cumplir con alguna tarea impostergable en Madrid durante el miércoles 14/01, deberán acomodarse a los caprichos del problemático, poco profesional y altamente improductivo núcleo que comanda la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, que dirige Jorge Pérez Tamayo, comandante del avión presidencial.

Si hay un recurso humano que abunda hoy día en Aerolíneas Argentinas es el piloto, pero el sindicato sigue presionando, con la protección del impresentable secretario de Transporte, Ricardo Jaime (¿por qué estará tan interesado por estos días por el precio de los inmuebles para hotelería en Santa Catarina, Brasil?).

La inconducta de los pilotos era moneda corriente en los días del Grupo Marsans al frente de la empresa, pero hasta ahora no se había manifestado, con el suave Julio Alak en la gerencia general.

Al parecer, cierto encuentro gastronómico entre el ministro Julio De Vido y el sindicalista Ricardo Cirielli, ex subsecretario de Transporte Aerocomercial y líder de los técnicos aeroportuarios, sería el inicio de la queja presente del grupo de pilotos al frente de Apla.

Las versiones sostienen que Cirielli y De Vido se entendieron en un quincho de Apta (Asociación de Personal Técnico Aeroportuario) acerca de los procedimientos futuros para el servicio técnico de los aviones (inexistentes, casi) de Aerolíneas y Austral.

Siempre según los rumores, los celos de los pilotos decolaron de inmediato y, casualidad o no, el acto siguiente fue el vuelo que nunca partió hacia Madrid.

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