26 enero 2009

LEY 19.640 DE PROMOCIÓN: Un nuevo ataque mediático al que hay que seguir con atención

Por Ricardo Caletti

Que periódicamente haya embates contra la Ley 19.640 de promoción en Tierra del Fuego, no es novedoso. Desde la década del 80, suelen aflorar críticas de manera recurrente. Pero a fines del año pasado una fuerte acción mediática llamó la atención por su intensidad y por la secuencialidad de las notas al respecto en diversos medios de suma importancia de nuestro país.

El ejemplo más claro fue en el diario Clarín, que bajo el título “Todos reclaman cambios en la zona franca de Tierra del Fuego”, alude a lo que el periodista sostiene,- esta vez con acierto-, que es “el mayor régimen promocional del país”. Y no sólo es el mayor. Es la única zona franca,- o más o menos franca-, que tiene la Argentina dentro del MERCOSUR, aunque cotejando ventajas y beneficios, resulta mucho menos significativa que el Polo Productivo de Manaos, en Brasil, cuyo régimen de exenciones es reconocidamente fuerte.

La historia de la Ley 19.640 se remonta al 16 de junio de 1972, cuando se dictó esta herramienta legal que produjera un efecto contundente en el desarrollo y poblamiento de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Estableció un régimen de promoción industrial, fiscal y aduanero en todo el territorio que sacudió la realidad de la isla. Si bien fue ratificada por el Congreso de la Nación recién dos años después, sus efectos se hicieron evidentes desde fines de los 70 y principios de los 80.
“Todo pasa a 3.300 kilómetros de Buenos Aires, pero lo que ocurre en la isla repercute en el continente. Ocurre que esa provincia crece al amparo del mayor régimen promocional del país, cuyo costo fiscal (por impuestos que el Estado deja de percibir) es de unos $ 1.300 millones anuales, según estimaciones oficiales. Desde su origen, la zona franca generó polémicas, y ahora muchos creen que llegó el momento de reformarla, pero no en el mismo sentido”, expresa en su nota de Clarín el periodista Damián Cantor.
Jorge Schvarzer, economista del Grupo Fénix, es uno de los que habló contra la ley 19.640 y calificó como “una barbaridad” la continuidad de la aplicación de esta herramienta legal. "Hay que tener mucho cuidado con esa clase de regímenes", dijo, y acotó que “el dinero que se usa para promocionar a las industrias radicadas en un lugar tan alejado de los centros de consumo lo usaría para promocionar otro tipo de industrias, porque tenemos sectores con ventajas comparativas». A este economista se han sumado algunos sectores dentro y fuera de Tierra del Fuego, a los cuales salió al cruce la diputada Rosana Bertone; quien se transformó en la primera figura del sector político en hacer una férrea defensa de los alcances de la ley de promoción. «Esta ley no sólo beneficia a la industria también lo hace con todos aquellos que desarrollan su actividad laboral en la provincia, como es el no tributar el Impuesto a las Ganancias por parte de quienes trabajan en cualquier repartición pública», dijo la legisladora, explicando que el alcance va más allá de beneficiar al sector empresarial.

Rosana Bertone fue una de las principales referentes de Tierra del Fuego que gestionó ante el Gobierno Nacional la prórroga de la ley hasta el año 2023, y dijo no arrepentirse de ello, por el contrario, indicó que el interés de nuevas inversiones en la isla y la creación de nuevos puestos laborales le están dando la razón.

Por su parte, el secretario de Promoción Industrial Fueguina, Fabio Delamata, obvio que defiende a rajatabla el sostenimiento de la Ley 19.640, aunque aplicando permanentes correcciones que devengan de la dinámica económica, industrial y laboral. "Quienes dicen que Tierra del Fuego es la panacea, mienten. El régimen sirve, pero estoy de acuerdo en que hay que tratar de establecer empresas de otro perfil, que tengan un proceso productivo importante", sostuvo Delarmata. Los argumentos y las opiniones se multiplican en los medios.

Como se expresa en materia de “formación de opinión pública”, el tema ya está posicionado. ¿A quiénes les interesa este proceso o la posible minimización de los efectos de la promoción?, ya se verá con claridad en los próximos episodios de esta novela por capítulos que tiene, ni más ni menos que a los 180.000 pobladores de la Tierra del Fuego, como verdaderos protagonistas, y a su futuro, en juego. Que existan requerimientos de adecuación a los tiempos que corren, es otra cosa. Pero la magnitud del embate mediático por estos días parece indicar que para algunos sectores una adecuación no sería suficiente.

No hay comentarios.: