01 julio 2008

Lázaro Báez, un amigo del Gobierno devenido en productor agropecuario

Compró más de 140.000 hectáreas en Santa Cruz, dedicadas al ganado ovino

No tiene ni por cerca el perfil del pequeño productor que dice defender el Gobierno ni tampoco siembra la demonizada soja, pero es, de algún modo, el productor preferido del matrimonio Kirchner.

Intimo del ex presidente Néstor Kirchner desde sus tiempos de gobernador de Santa Cruz, Lázaro Báez, protagonista de una meteórica movilidad social que lo llevó de empleado del Banco de Santa Cruz a dueño de un imperio que incluye negocios con la obra pública, el petróleo y el rubro inmobiliario, es hoy dentro del universo de amistades kirchneristas la cara visible en el campo. Báez se está convirtiendo en un importante productor en la Patagonia en campos para la producción ovina. El año pasado, el empresario creó Austral Agro SA, empresa para canalizar inversiones hacia este sector.

Así como los Kirchner ya tienen amigos como Cristóbal López, en el juego de azar; Rudy Ulloa Igor, en los medios, y a Enrique Eskenazi, en el petróleo, en el negocio del agro ese lugar parece estar reservado para Lázaro Báez. Si bien otros empresarios vinculados al poder también tienen campos, Báez se destaca por la cercanía de años con Kirchner.

"En los últimos dos años, Báez ha comprado alrededor de diez campos entre El Calafate y Río Gallegos. Son campos de entre 20.000 y 30.000 hectáreas cada uno, exclusivamente para ovejas", comentó a LA NACION una fuente que ha seguido de cerca las operaciones de Báez en este rubro. "Sólo en los últimos seis meses, compró siete campos, cada uno con 20.000 hectáreas como mínimo; son unas 140.000 hectáreas en total", precisó otra fuente desde Santa Cruz. Entre esas adquisiciones se encontraría un campo que perteneciera a la familia Benetton. Esta versión no pudo ser confirmada con fuentes cercanas a esta última empresa.

El negocio petrolero

Según un informe de la Coalición Cívica, titulado "La Kirchnerización del petróleo argentino", que puede leerse en su página de Internet, Lázaro Báez maneja Epsur, vinculada al negocio petrolero.

LA NACION lo intentó ubicar allí, en sus oficinas en Buenos Aires y en Comodoro Rivadavia, pero una secretaria derivó a este cronista a otra de sus joyas, en este caso en Río Gallegos: Austral Construcciones SA, su empresa vinculada a la obra pública que, vía licitaciones, le permitió hacerse una buen fortuna en el Sur. Desde esta última compañía, llegó el consejo para contactar a uno de sus voceros, un hombre ligado al kirchnerismo puro, que dijo: "[Báez] no quiere hacer mayores comentarios".

Con todo, el vocero confirmó que el empresario ha comprado tierras, aun antes de la constitución de Austral Agro. Sin embargo, en nombre de Báez el vocero se excusó de hablar de la cantidad de hectáreas adquiridas.

Las tierras en las cuales ya puso un pie el empresario no son para sembrar soja ni mucho menos. En realidad, no hay soja en ese extremo de la Argentina. Kirchner no conoce al demonizado cultivo en su provincia. Como dijo una fuente consultada, en los "suelos fríos y ventosos de esa región lo único que andan son las ovejas, y Báez puede poner 6000 por cada campo", según explicó.

Para tener una idea de la clase de campos que ha adquirido el empresario, que no son ni por cerca los de la pampa húmeda, comprar 25.000 hectáreas en Santa Cruz equivalen a adquirir 550 hectáreas ganaderas en Ayacucho, en la provincia de Buenos Aires, donde la hectárea ronda los US$ 2000. En la región donde hizo pie Báez, el campo no vale tanto por la hectárea en sí, sino por la receptividad y por las ovejas que puede contener. "La oveja más la superficie necesaria para contenerla pueden rondar entre 200 y 250 dólares", dijo una fuente.

"Báez ha venido invirtiendo en una zona que es muy árida y allí lo que vale son las ovejas", ilustró otra fuente que también ha seguido sus movimientos en el rubro.

Como sucede en otros ámbitos con personajes que no quieren una exposición pública, estos tipos de negocios se suelen cerrar directamente con representantes de los empresarios. Rara vez se sientan ellos mismos delante del vendedor, según cuentan en el mercado. "Son pocas las veces que te sentás con un pescado grande; es todo más bien con los apoderados y llegás a entablar un negocio tras una especie de cadena de la felicidad donde aparecen diversos intermediarios que dicen hablar en su nombre", dijo un operador.

Llamativamente, al margen del pie en el acelerador que puso en el negocio rural, en los últimos meses, a Báez también lo habría afectado el largo conflicto entre el campo y el Gobierno. Convertida en una empresa importante, a principios de año su compañía recibió numerosos ofrecimientos de campos en esa zona. Todos por explotaciones de más de 20.000 hectáreas.

"Una firma le ofreció más de 20.000 hectáreas en esa zona. La negociación había empezado muy bien, pero luego llegó el conflicto con el campo y todo se paró", contó una fuente a LA NACION, que agregó: "Del lado de la gente de Báez, no hubo respuestas; están manejando los tiempos a la espera de que todo se calme".

Con todo, desde Santa Cruz aseguran que Báez está dispuesto a ir por más. "Va a seguir con una política agresiva de compras, todas bajo Austral Agro." El mismo vocero ligado a Lázaro Báez dijo que el empresario va a continuar encarando la unidad del negocio que tiene para el campo.

Amigo de Kirchner, en el campo el ex presidente también tiene su gente. Y a Lázaro Báez no le parece ir para nada mal con el sector.

Por Fernando Bertello
De la Redacción de LA NACION

No hay comentarios.: