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El Calafate
La Aldea de los Gnomos, un paseo comercial situado en pleno centro de esta ciudad tiene algunas particularidades. Desde las mesas del bar "Borges y Alvarez", mientras saborea un buen café y hojea "de prestado" alguno de los libros del local rodeado de parroquianos y turistas departiendo en todos los idiomas imaginables, uno puede comprobar esa fama de Babel que se ha ganado este pequeño enclave patagónico de poco más de 20.000 habitantes.
La particular belleza arquitectónica de los locales del paseo de compras, con profusión de piedra y madera, es el obligado centro de reunión cuando cae la tarde y los agotados turistas buscan un remanso luego del traqueteo diario.
Cualquier empleado en la Aldea de los Gnomos habla, al menos, tres idiomas y todos conocen de memoria el texto de la placa de madera y acrílico colocada, en octubre de 2004, cuando se inauguró la tercera etapa de la obra. "Aldea de los Gnomos, a su Hada Madrina, Doctora Cristina Fernández de Kirchner".
El texto es un homenaje que define a la perfección lo que la actual Presidenta representa en estas frías y lejanas tierras.
Tal admiración, sin embargo, podría sufrir un sacudón de prosperar la investigación judicial por la sospechosa venta de terrenos fiscales del municipio de El Calafate a más de medio centenar de encumbrados funcionarios públicos, entre los que se encuentra Cristina Fernández de Kirchner quien, entre 2004 y 2006, pasó a ser propietaria de casi ciento cincuenta mil metros cuadrados de tierra compradas, en su gran mayoría, a siete pesos con cincuenta el metro cuadrado.
Néstor Méndez -ex intendente de El Calafate que ocupó ese cargo durante 12 años, hasta diciembre de 2007, y que firmó todos los decretos de venta de tierras cuestionados- está acusado ante la Justicia por los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, tráfico de influencia, defraudación agravada y negocios incompatibles con el ejercicio de la función pública.
La causa, presentada por el abogado Alvaro de Lamadrid -presidente de la UCR local y ex candidato a intendente de esta ciudad-, está radicada en el juzgado de El Calafate a cargo de Carlos Narvarte, y debe ser investigada por la fiscal Natalia Mercado, sobrina de Néstor Kirchner e hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
Todos ellos, con excepción del magistrado, son dueños de más de un terreno o chacra entregada a través de los sospechados decretos del ex intendente Méndez, hoy diputado provincial (FPV).
Rudy Ulloa, Lázaro Báez, Carlos Sancho, Daniel Barrista, Fulvio Madaro, Federico Meyer, Natalia y Romina Mercado, Julio Ciurca, Ricardo Etchegaray, son algunos de los nombres de la lista de compradores de terrenos.
De Lamadrid, además, denuncia que junto con la venta de tierras fiscales a precios irrisorios, el municipio desarrolla una política de obra pública direccionada para beneficiar a los compradores VIP.
Los terrenos adquiridos por la actual Presidenta entre el 21 de octubre de 2004 y el 19 de abril de 2006 suman casi 15 hectáreas. Según los decretos que llevan la firma de Méndez, el 21 de octubre de 2004, por el expediente 2308/04 Cristina Elizabet Fernández resultó adjudicataria de una superficie aproximada de tierra de 10.000,42 metros cuadrados que la beneficiaria recibió con destino a chacra. El decreto no especifica el monto a pagar por el predio.
Cuatro meses después, el 14 de febrero de 2005, se le autorizó por decreto la compra de otras dos fracciones, a $7.50 el metro cuadrado: una de 6001,72 metros cuadrados y otra de 44.106,41 metros cuadrados. En ambos casos, la documentación municipal dice que ambas iban a ser destinadas a comercio.
Finalmente, el 19 de abril de 2006, la actual titular del Poder Ejecutivo fue adjudicataria por decreto de una nueva fracción de tierra de 87.041 metros cuadrados destinados a una chacra, según la documentación municipal presentada en la denuncia judicial.
Paralelamente, y también en forma individual y a su sólo nombre, su esposo Néstor Carlos Kirchner, adquirió el 3 de enero de 2006, autorizado por un decreto municipal de Méndez, una porción de tierra fiscal de 20.000,33 metros cuadrados, a $7,50 el metro. En marzo de ese mismo año, el secretario de hacienda de la comuna patagónica autorizó que Kirchner abonara en cómodas cuotas los 150.000 pesos que adeudaba por la compra del terreno.
El 19 de abril del mismo año -casualmente el mismo día en el que su esposa recibió el decreto que le autorizaba la compra de 87.041 metros cuadrados- Néstor Carlos Kirchner fue notificado de la firma del decreto municipal 479/2006 por el que se lo autorizaba a comprar un lote de 18.258,36 metros, también a $7,50 el metro.
Aunque hasta el momento no se pudo comprobar, se sospecha que las dos hectáreas situadas en la zona del viejo aeropuerto que, según publicó el diario El Mercurio , el ex presidente acaba de vender al grupo chileno Cencosud en casi dos millones de dólares, pertenecen a uno de esos terrenos. Hoy del aeropuerto queda la torre de control, convertida en centro comunal y la pista de aterrizaje, devenida en una avenida urbana, casi tan ancha como la 9 de Julio, pero con menos tránsito.
Los terrenos que están a nombre de Cristina Fernández, en cambio, serían los que rodean la residencia privada de los Kirchner en El Calafate, y donde se levanta el exclusivo hotel boutique Los Sauces, que no para de crecer.
Hay que hacer un esfuerzo para concentrarse en tantas cifras, en tantos datos y en tantas idas y venidas de maniobras sospechadas de corrupción. Es que el entorno invita a soñar con cuestiones menos complicadas. Desde la esquina de la casa de los Kirchner, alcanza con levantar la vista para toparse con el inmenso azul profundo del lago Argentino, donde navegan, impasibles, los icebergs desprendidos de los glaciares cordilleranos.
La causa judicial fue iniciada en febrero de este año. Al cierre de la presente edición no había registrado novedades de importancia. La primera medida tomada por el juez Narvarte -que no respondió a los pedidos de entrevista de LA NACION- fue rechazar la recusación presentada por De Lamadrid contra la fiscal Mercado. El denunciante sostiene que siendo la agente fiscal beneficiaria de los terrenos vendidos por decreto por el intendente Méndez, no estaba en condiciones de investigar.
Ante la denegatoria, De Lamadrid se presentó en queja ante un tribunal de alzada de Río Gallegos que, el 18 de abril y con la firma del juez Rubén Lobos, volvió a desestimar el pedido, con lo que Mercado quedó confirmada al frente de la investigación en la que también aparecen como beneficiarios, su madre, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; su tío Néstor Kirchner, y la esposa de éste, la presidenta Cristina Fernández.
En el hipotético caso de que la causa tenga avances sustanciales, Elisa Carrió no descarta sumarla a la ya voluminosa denuncia presentada contra el ex presidente Néstor Kirchner. La líder de la Coalición, además, cree que el negocio de la venta de tierras fiscales en El Calafate a los amigos del poder "es una muestra más de la impunidad con la que se mueven", según dijo a LA NACION.
Ninguno de los testigos propuestos por De Lamadrid fue llamado a declarar. El abogado acaba de presentar un pedido de ampliación de prueba en el que insiste en el llamado a declarar en calidad de testigo del actual intendente de El Calafate, el también justicialista Daniel Belloni. También quiere que Cencosud ratifique en el juzgado la cifra que pagó por los terrenos comprados a Kirchner. Hasta ahora sólo se conoce un comunicado de la empresa publicado en el diario El Mercurio de Chile, donde afirman haber cerrado el negocio en más de dos millones de dólares.
El actual mandatario comunal, enfrentado políticamente con Méndez, suspendió la entrega de tierras fiscales. Los vecinos pueden iniciar el trámite de adjudicación, pero en la comuna les advierten que, por ahor, no hay entregas. Belloni no recibió a LA NACION, pese a los reiterados pedidos de entrevista.
La suspensión en la entrega de terrenos, argumenta De Lamadrid, tiene dos explicaciones. "Belloni pretende hacer las cosas bien y no quiere repetir los groseros errores de Méndez. Además, ya no quedan tierras fiscales en El Calafate. Méndez rifó todo", explica.
El ex intendente se ufana de haber firmado 12.000 decretos de venta de tierras que, dice, "beneficiaron a todos, hasta al abogado que me denuncia, que tiene tres terrenos", ataca (ver entrevista a parte). De Lamadrid explica que esos terrenos los recibió su estudio como pago de honorarios por parte de un cliente.
Los últimos loteos se hicieron tras la firma de acuerdos con las estancias que limitan con el pueblo. "Los estancieros le ceden la tierra a la comuna para que haga los loteos y se reservan el 20% de la superficie para sí", explica Méndez. De Lamadrid dice que es otro negocio "redondo". "El privado entrega tierras, se reserva los mejores lotes y los vende a precio de mercado una vez que el municipio hizo el gasto de llevar todos los servicios".
LA NACION recorrió uno de los nuevos barrios. Allí la gente tiene que tomar posesión en forma inmediata y debe iniciar en plazo perentorio la construcción de una vivienda permanente. En medio de la montaña, lejos del pueblo, sin ningún tipo de servicios -el que recorrió LA NACION no tenía ni calles abiertas- los pioneros del siglo XXI viven en casas rodantes, o en casuchas de chapa y madera. En cambio, en los alrededores de las zonas más cotizadas, que coinciden con la ubicación de la mayoría de los terrenos vendidos a influyentes funcionarios, se hacen obras de infraestructura que no se ven en los barrios periféricos.
Rumbo a Punta Soberana, donde Méndez entregó por decreto terrenos de una hectárea por 75.000 mil pesos (7,50 el metro cuadrado), y que ahora en las inmobiliarias se cotizan a 240.000 dólares, la empresa Constructora Austral, propiedad del empresario Lázaro Báez, trabaja en la pavimentación de un largo paseo costanero. Allí también avanza el tendido de la red cloacal y el alumbrado público.
Sobre la calle Los Fresnos y a la altura del 3200 de la Avenida del Libertador, la principal arteria de la ciudad, se levanta un imponente edificio de seis pisos destinado a convertirse en hotel y paseo comercial. Pese a que en todo el barrio predominan las calles de ripio, la que desemboca en la puerta del emprendimiento es una amplia avenida de dos manos prolijamente pavimentada. Según Méndez, el dueño del inmueble es el propio Lázaro Báez (a quien Carrió define como testaferro de Kirchner), quien de motus propio habría pavimentado las calles para facilitar el acceso a su hotel.
Paradójica realidad la de esta tierra. No hay quien se anime a hablar públicamente de la supuesta corrupción. En la calle el tema parece no interesar. En las inmobiliarias se limitan a dar precios de casas y terrenos.
David es uno de los que, bandeja al hombro, corre entre las mesas del bar Borges y Alvarez. "A mí me acaban de dar un terrenito y estoy feliz. ¿Qué quiera que le diga? Yo vengo a trabajar y a progresar.", dice. Y ésa es la constante. Cada uno en su historia, sin mirar hacia el costado.
Es ésta la misma Patagonia que alguna vez recorrió y cuyo valor destacó el Perito Moreno. Claro está, con otros intereses. El Perito donó parte de lo que el Estado le había cedido a orillas del Nahuel Huapi para que allí se fundara el primer Parque Nacional. Otra porción de esas tierras las vendió para fundar escuelas. Algo cambió en este Sur incomparable. ¿Será el influjo de los gnomos, o tal vez el de las hadas?
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