09 diciembre 2008

Nuevos negocios para tener más poder

Interesante enfoque periodístico de investigación que hoy publica el Diario La Nación. Recomiendo una minuciosa lectura y un análisis de relaciones vinculantes, con nombres que ya son "familiares" para los fueguinos también.

El escenario
"Nuevos negocios para tener más poder"
Carlos Pagni (Para LA NACION)

La visita a Rusia, aunque brevísima, podría ser para Cristina Kirchner un viaje a las entrañas del modelo político que su esposo viene construyendo desde 2003. No sólo porque la sociedad entre Vladimir Putin y Dimitri Medvedev se parece mucho a la de ella con Néstor Kirchner. Tampoco porque el unitarismo ruso es tan extremo que a los gobernadores ya no los eligen sus comprovincianos, sino el Kremlin. El rasgo más familiar es que en Moscú domina, a escala monumental, una concepción de la vida pública similar a la que prevalece en Olivos.

Kirchner, igual que Putin, supone que el poder sólo se vuelve consistente cuando se extiende a la esfera de los negocios. En el santacruceño, mucho más que en su arquetipo ruso, esto no implica el fortalecimiento del Estado, sino la formación de una red empresarial que reconoce, o promete reconocer, su liderazgo político. Por lo menos. En estos días varios mercados están siendo capturados por esa red.

Uno de ellos es el de los bingos de la provincia de Buenos Aires. Felipe Solá acaba de revelar que, cuando era gobernador, Kirchner le indicó que no se metiera con el juego. A Daniel Scioli le habría ordenado lo contrario. Scioli pidió a sus diputados que traten sobre tablas, el 18 de este mes, junto con el presupuesto, una ley que revolucionará la explotación del juego. El proyecto, entre otras cosas, extiende el permiso para la instalación de bingos a ocho nuevos municipios; elimina un tope para el número de máquinas tragamonedas instaladas en esas salas, convertidas en casinos; esa cantidad la fijará Lotería de la Provincia; permite el traslado de establecimientos; inaugura las apuestas deportivas online , y cancela la proporción entre cantidad de trabajadores y lugares para apostar, lo que quita estímulos al empleo pero impedirá litigios laborales a quienes trasladen sus empresas dentro de la provincia.

La reforma está hecha a la medida de los intereses de Cristóbal López, titular de Casino Club, acaso el empresario más cercano a Néstor Kirchner (sobre todo si, como afirman algunos funcionarios, Lázaro Báez cayó en desgracia).

López, que controla el casino de Palermo y el 50% de los dos barcos de la Costanera Sur, podrá en adelante, si quiere, ingresar en la provincia sin desplazar a nadie. También estará en condiciones de convertirse en pionero de las apuestas deportivas por computadora.

Sin embargo, sería una injusticia señalar a este vecino de Rada Tilly como el único beneficiario del nuevo sistema. A pesar de su amistad con Kirchner, López debió pagar su ingreso en el territorio bonaerense ampliando el negocio de quienes ya estaban asentados allí: todos los bingos aumentarán ahora sus ingresos de manera significativa. Los alcances de este pacto todavía son inciertos.

¿Resignará Antonio Tabanelli, dueño de Boldt, el monopolio de 150 kilómetros a la redonda de su casino de Tigre, que le concedió Eduardo Duhalde? La pregunta es crucial, ya que López sueña con instalarse en San Isidro y en Vicente López. La negociación no se completará sin otro capítulo: la dimensión más rentable del juego ha comenzado a ser la de apuestas por Internet. ¿Quién se quedará con ese rubro? Una pista: los mejores ingresos de Tabanelli no provienen de la sala de Tigre, sino de la administración de las apuestas online , cuya concesión vence el año próximo. A López y a Tabanelli los esperan todavía muchos acuerdos.

Esta reforma sobre el juego promete ser tan escandalosa que los diputados del Frente para la Victoria han exigido que sea Scioli el encargado de presentar el proyecto. El gobernador apelará a una obviedad: lo que se recaude se destinará a la niñez desamparada. En la Argentina la distribución del ingreso no deja de mejorar.

El futuro de Edelap

Otra transacción que se resolverá en estos días, tal vez la de mayores consecuencias internacionales, es el cambio de manos de Edelap, la distribuidora de electricidad del Gran La Plata. La compañía está en manos de la norteamericana AES. Ni el Ministerio de Planificación ni el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que regula a las concesionarias, se pronunciaron sobre el conflicto. Pero la agencia oficial Télam, basada en fuentes anónimas, informó que se había detectado una irregularidad por la cual AES "compró un crédito que era de Edelap en condiciones beneficiosas para el grupo y no desobligó a Edelap; mediante esta maniobra se transfiere rentabilidad de Edelap en beneficio de AES, su controlante, y de otras empresas del grupo".

Julio De Vido convocó a su despacho al embajador de los Estados Unidos, Anthony Wayne, para denunciar el hecho. Wayne viajó a Washington, donde le preguntarán por AES -empresa muy vinculada al Partido Demócrata, sobre todo a los Clinton- y por el blanqueo de capitales que promueven los Kirchner.

Como sucedió con Aerolíneas Argentinas y con las AFJP, los concesionarios privados intentan justificar sus reprochables manejos financieros en la restricción tarifaria con que los ahoga el Estado.

Es una pena que AES olvidara denunciar ese torniquete cada vez que financió esos seminarios del Council of the Americas, a cargo de Susan Segal, donde se proclama que el capitalismo en la Argentina anda a las mil maravillas.

AES debe poner a salvo de De Vido su principal fuente de ingresos locales, que es la generación de energía. Tal vez por esa labilidad ya encomendó a un banco internacional la venta de Edelap. Sería un trámite convencional si no circulara, con mucha insistencia, una versión acerca de que la distribuidora ya tendría designados sus nuevos dueños: Electroingeniería, de Gerardo Luis Ferreira -antiguo compañero de celda del secretario legal y técnico, Carlos Zannini- y el sindicato de Luz y Fuerza.

Pasaportes y DNI

El otro negocio estratégico que debe definirse en estas horas es el de la impresión de pasaportes y cédulas de identidad, que será la antesala de una nueva licitación para la confección de los DNI. La información oficial consigna que la controvertida Ciccone Calcográfica ha renovado por cinco años la concesión que ya disfrutaba.

Aníbal Fernández se cansó de despotricar contra las prestaciones de esta compañía. Sobre todo cuando defendió que los pasaportes debían ser confeccionados por la Casa de Moneda, empresa estatal que hace pocos días se olvidó de formular su oferta económica en una licitación sobre DNI. Gracias a esa distracción se impuso Megatrans, de Graciela de la Fuente, con grandes negocios en Quilmes.

Es raro que Fernández no renuncie ante la renovación del contrato de Ciccone. Salvo que la empresa tenga, como insisten en el mercado, un nuevo dueño. El propio Ciccone habría hablado de más con un amigo al que le confesó, según una versión muy fidedigna: "Me tuve que entregar a Eurnekian para que me arreglaran todos los problemas".

En Aeropuertos Argentina 2000, de Eduardo Eurnekian, niegan esa posibilidad. También desconocen otra variante: que en Ciccone hayan entrado David Martínez y su fondo Fintech. No es el único campo en el que Eurnekian se confunde con Martínez. A ambos se los menciona como aspirantes a reemplazar en Telecom, en un par de semanas, a Gerardo Werthein, cuyo cumpleaños, hace dos sábados, parecía una asamblea de la asociación de magistrados.

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