Existe una frase atribuída a Napoleón bastante simple pero de profundo significado:“El Tiempo lo es Todo”
Para Napoleón la diferencia entre ganar una guerra o perderla era sencillamente la planificación de los acontecimientos para que exista una sincronía perfecta de la estrategia a seguir en el campo de batalla.
En los negocios y en la vida nosotros debemos de saber organizar nuestro tiempo y saber planificar los acontecimientos para hacer realidad el propósito que nos hemos trazado en la vida (le recomendamos leer el artículo El Verdadero Secreto para ser Millonario pero realmente Millonario).
Una regla muy sencilla a seguir es el dividir nuestro tiempo en 4 partes:
- 1. Un parte para trabajar a nuestros clientes actuales
- 2. Otra parte para buscar y obtener nuevos clientes
- 3. Una tercera para seguir capacitándonos. Y,
- 4. Una cuarta parte para nosotros mismos y nuestra familia.
Lo óptimo es que nuestro día siempre esté dividido en esas 4 partes pero evidentemente podemos tomar algunas combinaciones que nos permitan maximizar nuestro tiempo.
Por ejemplo el tiempo dedicado a nuestra familia lo podemos combinar con actividades familiares de capacitación o participando en reuniones sociales para incrementar nuestra red social o networking en búsqueda de potenciales nuevos clientes.
Otra forma es aprovechar los almuerzos y desayunos para compartirlos con clientes actuales o potenciales prospectos.
El día tiene 24 horas pero restando las 8 horas destinadas a dormir, sólo nos quedan 16 horas para poder hacer realidad nuestros sueños. Con una organización adecuada podremos lograr cualquier cosa … absolutamente cualquiera.
El éxito sólo depende de nosotros pero nada, absolutamente nada va a pasar si nosotros mismos no hacemos que las cosas sucedan (le recomendamos leer nuestro artículo Haga Que las Cosas Sucedan).
En esta ruta jamás olvide cuál es el verdadero propósito que usted se ha fijado en su vida.
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