20 abril 2008

Los supuestos candidatos a entrar en Aerolíneas se hacen los distraídos

Cerca del Gobierno dicen que es Marsans quien busca que alguien ponga plata.

Los propietarios de Aerolíneas acaban de abrir una puerta que por el momento nadie cruzó. El jueves dejaron constancia de estar abiertos a "la posible colaboración futura de grupos y personas" para que ingresen a la compañía. En privado, dijeron que esa decisión fue tomada a raíz de "presiones" del Gobierno. Pero ni el Ministerio de Planificación ni los supuestos invitados acusaron recibo.

La pasión de Juan Carlos López Mena son los barcos, no los aviones. El dueño de Buquebús, quien maneja una flota de grandes y medianos cruceros que operan tanto en el Río de la Plata como en el Mediterráneo, habría sido contactado en las últimas semanas por el tema Aerolíneas. "Fue una invitación a un due dilligence" señalaron en el entorno del empresario. La respuesta habría sido: "Primero quiero saber exactamente de qué se trata. No me voy a meter en una empresa deficitaria".

Cerca de López Mena juran que el empresario "ni siquiera conoce" a los Kirchner, algo de lo que sí puede jactarse Jorge Brito. Al dueño del Banco Macro también se le habría propuesto formar parte de una "argentinización" de Aerolíneas. Cerca de Brito toman el tema con cierta liviandad. "A Jorge siempre le preguntan si quiere participar de tal o cual proyecto. El escucha, pero eso no significa que vaya a participar", dijeron.

Otro supuesto interesado, Eduardo Eurnekian, fue el único que desmintió de plano la versión. Pero a nadie escapa que en 2001 Eurnekian hizo múltiples gestiones para comprar Aerolíneas, hasta que el Estado español decidió traspasarla, sin costo alguno, a Marsans.

El cuarto actor es el propio Estado argentino: tiene un 5% de Aerolíneas y dos directores propios, con poder de veto. En noviembre, el Gobierno comunicó que quiere otro 15% de la empresa (no así de Austral). Pero no hubo una sola reunión, hasta el momento, para determinar el precio y la forma de pago.

A seis años de que el Estado español le girara US$ 700 millones, Aerolíneas sigue concursada. La vieja deuda quedó prácticamente saneada, pero acumuló nuevas deudas. Dentro de la compañía aseguran que se trata de un pasivo de US$ 250 millones y que no es un lastre. "Aún con tropezones, somos una empresa que factura 1.400 millones de dólares al año".

Apenas 48 horas después de que el Gobierno les otorgara un aumento de tarifas domésticas (18%) y una promesa de desgravaciones impositivas e incentivos fiscales, Gonzalo Pascual, el dueño de Marsans, salió al ruedo con su comunicado que habla de "argentinizar al máximo" a Aerolíneas. Ese mismo jueves regresó a Madrid y, dejando de lado los efectos del jet-lag, acudió presuroso a una gala nocturna, para encontrarse con el ministro de Industria español, Miguel Sebastián. El gesto fue entendido desde el Gobierno local como la búsqueda de un paraguas político.
Cerca del ministro Julio De Vido desmienten las supuestas presiones. Y dan su propia versión: "Lo que están buscando es que alguien ponga plata en la empresa"

Fuente: Diario Clarin

No hay comentarios.: