02 abril 2008

Para superar el estigma de los primeros 100 días de Gobierno se impone una real Comunicación Política y mucho Marketing Público

Caso Testigo con Doble Responsabilidad: Tierra del Fuego con la primera mujer electa Gobernadora y con el primer desafío del ARI en una Gestión Ejecutiva.

A 100 días de iniciada su gestión, la gobernadora Fabiana Ríos, acompañada por el vicegobernador Carlos Bassanetti y todo el equipo ministerial, brindaron una evaluación de los primeros meses de gobierno.

La mandataria inició su alocución subrayando la escasa tolerancia de algunos sectores políticos, sindicales y sociales, pese a que "este tiempo transcurrido, suele ser el tiempo mínimo que se les da a las gestiones entrantes para sentar las bases. Y sin embargo a nosotros, no nos fue dado". Criticó además "la falta de acompañamiento" de la oposición, ante la necesidad de implantar medidas urgentes para corregir el rumbo de la provincia.

100 días son demasiados o son pocos?...

El cumplimiento de los primeros cien días de cualquier gobierno electo abre una interesante posibilidad para evaluar cómo está siendo percibido por la ciudadanía, qué imagen se ha construido del nuevo Gobernador, qué se opina acerca de lo que se ha realizado hasta el momento y qué expectativas se depositan para el futuro de la administración.

Por esa razón me permito sugerir que hace falta verdadera Comunicación Política y mucho Marketing Público.

La entrada y la salida de un gobierno o cualquier líder electo, son los momentos que más definen su administración o paso por el cargo público.
En las primeras catorce semanas se define la imagen de la administración y se establece la habilidad política de los líderes.
En las últimas semanas se define lo que la gente recordará de la actuación del funcionario electo o del gobierno.
En el medio, siempre es necesario ir evaluando la comunicación pública y realizar las rectificaciones correspondientes.

El discurso político tradicional, no comunica más. Es necesario combinar modernas técnicas de comunicación capaces de llegar al ciudadano

La costumbre de conceder 100 días de gracia a los nuevos gobiernos que salen de las urnas está basada en el supuesto, razonable, de que los nuevos cargos necesitan un tiempo para ponerse al día de las circunstancias y los pormenores de sus respectivas áreas de responsabilidad antes de tomar grandes decisiones.
Un tiempo necesario en el que, con frecuencia, los recién llegados, después de conocer de primera mano esas circunstancias y pormenores, adquieren sentido de la responsabilidad y desechan o modifican algunos puntos de sus promesas electorales.
Bien porque esas promesas, formuladas en la calentura del mitin, son materialmente irrealizables o contraproducentes, o bien porque chocan frontalmente con los más elementales intereses nacionales.

Si esta es la costumbre con un equipo que llega al poder con un programa más o menos elaborado y coherente, habría que concluir que, en el caso de un equipo que llega al poder inesperadamente, el plazo de 100 días se queda muy corto y tendría que ser ampliado, al menos, hasta 200 días.

Los cien primeros para confeccionar un verdadero programa de gobierno que no ponga en peligro los intereses de la Provincia. Y los cien segundos, de rodaje, para ensayar su puesta en práctica y adaptarlo a las circunstancias reales.

En definitiva, por mero sentido de la prudencia y de la responsabilidad, y también por su propio interés, el Gobierno de Fabiana Ríos tendría que -a mi modesto entender- haber aprovechado mejor la inercia del Gobierno Nacional para ganar todo el tiempo posible y reconvertir su propia cadena productiva, buscando superar la coyuntura del déficit heredado en las Cuentas Públicas.

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