La Historia y el Futuro de Aerolíneas se escribe día a día como un best seller, para no dejar de leer.
Esteban Maccari ya es historia en Aerolíneas Argentinas. Su historia permite comprender los límites de la gestión de negocios en la Argentina presente y aquello que no debe perderse de vista. Un informe especial sobre la negociación político-empresaria más importante de noviembre.
Gonzalo Pascual Arias (izq.) y Gerardo Diaz Ferrán (der.), los dueños de Marsans
CIUDAD DE BUENOS AIRES (edición i). Por estas horas, Esteban Maccari luce desolado y busca responsables para explicar su temprana caída de la conducción de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas. El almuerzo de despedida del viernes 23 en uno de los restaurantes Happening reunió a una escasa convocatoria, y semejante soledad probablemente debería provocar alguna reflexión sobre lo ocurrido durante el último año.
Maccari terminó elucubrando, ante un azorado Gonzalo Pascual Arias, presidente del holding turístico español Marsans, una teoría de cierta conspiración urdida en su contra por una suerte de triple alianza que él identificó: sindicalistas + funcionarios de Néstor Kirchner + Jorge Molina, aquel ex compañero suyo en Trenes de Buenos Aires que ingresó al área de Comunicación de Aerolíneas Argentinas y ahora luce, en el nuevo organigrama que se anunciará el lunes 26, como director general adjunto a cargo de Asuntos Públicos.
En algunos días más, Maccari devolverá a Aerolíneas el vehículo que conduce, comenzará a cobrar su indemnización e intentará recuperar su vida. Pero antes de conseguir su próximo empleo estable debería resolver el enigma que explica su ascenso y caída de una de las compañías más complicadas de la Argentina.
MARSANS
En octubre de 2001 la española Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) le cedió el control accionario de Aerolíneas al Grupo Marsans, controlado por Gonzalo Pascual Arias y Gerardo Díaz Ferrán. Estos designaron a su socio minoritario, Antonio Mata, al frente de Aerolíneas y Austral.
En julio de 2006 Mata (a quien Néstor Kirchner acusó de haber apostado por la candidatura de Carlos Menem en 2003) fue desplazado de la jefatura de Aerolíneas, por presión del Gobierno argentino, que movilizó a dos de los siete sindicatos involucrados, y le impugno los estados contables a Aerolíneas. Lo reemplazó Esteban Maccari, hasta entonces gerente de RRHH. El Estado pasó de 1,39% de acciones a 5% y así recuperó la 'acción de oro' en la empresa (poder de veto) y amplió sus representantes en el directorio de uno a dos.
¿Por qué Maccari?
Maccari llegó a la gerencia general de Aerolíneas porque los accionistas de Marsans carecían de un candidato alternativo y no querían designar a otro ejecutivo español. A Maccari conocían porque durante los conflictos sindicales los había mantenido informados de los avatares en el Ministerio de Trabajo.
Luego, propietarios de una cantidad de empresas y protagonistas de una activa agenda social en España, Pascual Arias y Díaz Ferrán preferían desentenderse de la gestión cotidiana. Durante los casi cuatro años de Mata al frente de la operación argentina, ellos casi no visitaron la torre Bouchard, frente a la plaza Roma. Sus arribos a la Argentina eran el resultado del ocio, a partir de la compra de una propiedad rural donde podían cazar.
Y otro dato que hay que considerar a la hora de abordar el negocio aerocomercial: el transporte específico de pasajeros no es un gran negocio en ningún aerotransporte del mundo. La tasa de rentabilidad se obtiene por la provisión de servicios a las aerolíneas y a los pasajeros. Ya lo enseñó Alfredo Yabrán en sus días, cuando controló las empresas del servicio de rampas y los depósitos de mercaderías, y quería ingresar en el turismo a partir de la hotelería, pero nunca se le ocurrió participar del transporte aerocomercial en sí mismo.
Marsans es un holding con activa participación en el mercado del turismo, brindando una cantidad de servicios que le permiten una integración vertical de la actividad; también es proveedor de servicios en varios aeropuertos españoles y alquila aviones para terceros. Hoy día muchas de las compañías aerocomerciales no son propietarias de los aviones que vuelan. Las compañías rentan los aviones que son propiedad de fondos de inversión o de bancos o de empresas que se dedican al alquiler.-
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