27 noviembre 2007

El país de los subsidios: Este año aumentaron un 207%



El Gobierno transfirió $ 10.469,8 millones a empresas públicas y privadas de sectores como energía, transporte y alimentos.
Este año, el Gobierno triplicó los subsidios para contener el impacto de la crisis energética, mantener congeladas las tarifas del transporte y de electricidad en los hogares -en ambos casos, sólo en el área metropolitana-, acotar la suba de precios en algunos alimentos y financiar empresas públicas.
Entre enero y septiembre se transfirieron $ 10.469,8 millones, un 207% más que en el mismo período del año anterior, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Si se agregan los préstamos o aportes de capital, los desembolsos a empresas públicas y privadas, esa cifra asciende a $ 11.372,2 millones.
Un dato: más de la mitad de las ampliaciones presupuestarias aprobadas este año por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, gracias a los superpoderes, se destinó a engrosar estas partidas. "Los incrementos asignados para estos conceptos en lo que va del año ascienden a $ 6787 millones, el 58% del total de ampliaciones aprobadas", apunta el informe.
Estos aumentos fueron absorbidos en su mayoría por la política energética (3672 millones), el transporte (2024 millones) y el consumo interno (928 millones).
Según la óptica oficial, los subsidios son una herramienta eficaz para combatir la inflación, contrarrestar los efectos de la crisis energética y mejorar la distribución del ingreso. Pero algunos especialistas advierten que, al menos en lo que respecta a los dos primeros puntos, generan el efecto contrario: alientan el consumo y, por ende, elevan la presión sobre los precios y agravan el cuadro energético.
El grueso de los subsidios se destinó a dos rubros. Hubo $ 6269,9 millones -casi el 60% del monto total- para empresas del sector energético y 2957,8 millones -el 28,3%- para asistir a las compañías de colectivos, trenes y subtes del área metropolitana. Pero también se otorgaron 324,7 millones a empresas públicas y hubo otros 642,4 millones para subsidiar el consumo interno de leche, pollo, carne y productos derivados del trigo, maíz, girasol y soja. El sector rural y forestal recibió 241,9 millones y la industria, 33,1 millones.
El Gobierno cedió, hasta septiembre, casi $ 3300 millones más a Cammesa, la administradora del mercado eléctrico, para la compra de fueloil a Venezuela. Las centrales térmicas utilizan ese combustible para sustituir el gas, cuya prioridad de consumo tienen los hogares. Cammesa recibió $ 3916,3 millones en subsidios para este fin.
Según cálculos del estudio que dirige el ex secretario de Energía Daniel Montamat si se suma el dinero destinado a mantener estable la tarifa y a afrontar sobrecostos transitorios, el subsidio total es mayor: $ 7700 millones.
Por su parte, la petrolera estatal Enarsa recibió 441,2 millones para financiar la compra de gas a Bolivia, y el Ente Binacional Yaciretá otros 542,5 millones para compensar a Paraguay por la electricidad cedida a la Argentina, entre otros gastos.
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, repartió casi $ 3000 millones entre las empresas de colectivos y los concesionarios de trenes y subtes del área metropolitana para compensar los aumentos de costos y mantener congeladas las tarifas. La cifra, que no incluye los subsidios al gasoil, fue un 257% superior a la de 2006.
Una curiosidad: hubo $ 3,8 millones para la aerolínea estatal Lafsa, que el Gobierno prometió liquidar en varias ocasiones y que incluso el ministro Julio De Vido dijo, en febrero de 2006, que no existía mas. Pero Lafsa se niega a desaparecer: el año próximo contará con $ 3,6 millones, según el proyecto de ley de presupuesto que ya cuenta con media sanción del Congreso.
Los fondos otorgados a empresas públicas, aparte de Enarsa, aumentaron un 156%, y se destinaron principalmente el Sistema Nacional de Medios Públicos (138 millones), AySA (112 millones) y la agencia de noticias Télam (51 millones).
Impacto en el superávit El alza de los subsidios explica, en gran medida, la aceleración del gasto público en el tercer trimestre, cuando, según el informe, se gastó un 53,5% más que en el mismo período del año anterior. La suba contempla las erogaciones concretadas no sólo por la Administración Nacional, sino también por las empresas públicas, el PAMI y la AFIP, entre otros entes, y los fondos fiduciarios.
Entre enero y septiembre se gastaron $ 104.366 millones, un 47,3% más que en el mismo período de 2006. Según datos oficiales, las erogaciones de la Administración Nacional correspondientes a los primeros nueve meses crecieron 54,3% en el mismo lapso.
Pese a que los ingresos superaron "las expectativas de los más optimistas", apunta el informe, el excedente fiscal primario -ingresos menos gastos, antes del pago de intereses- cayó un 19% si se excluyen los traspasos de las AFJP por la reforma previsional. "El superávit primario ajustado de los últimos doce meses se ubica en el orden del 2,6% del producto, el nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2003", concluye el informe.



Por Rafael Mathus Ruiz
De la Redacción de LA NACION
Edición: Domingo 25 de Noviembre de 2007
Nota: Datos de un informe privado para los primeros nueve meses del año.

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