30 marzo 2008

El Turismo nos enseña: Ser capaz de convencer. Saber escuchar

Ensayo de Enfoque Turístico (*)

El gran reto que enfrenta todo Gestor Turístico o Agente de Viajes es cómo conciliar las rentabilidades, expectativas y plazos que maneja cada actor del sistema, que a su vez presentan divergencias tanto en su esencia como en los instrumentos que sirven para su medición.

Así, mientras el inversor puede calcular su Tasa Interna de Retorno (T.I.R.) a 5 ó 10 años, el turista exige respuestas inmediatas y al funcionario se le exige respuestas de corto plazo.

El vecino puede pensar en las consecuencias sociales de hoy y de mañana, mientras que el oferente necesita fondos líquidos para pagar los sueldos y la factura de la luz de cada mes.

Muchos intelectuales del turismo dicen que esto se soluciona con voluntad política.

Sin embargo esto no alcanza a explicar cómo se logran los acuerdos horizontales entre todos los involucrados en un destino turístico; cómo se resuelven los conflictos de intereses; qué sucede cuando los medios de que dispone cada actor no son parejos (algunos tienen más que otros) y mucho menos cuando se pretende también hacer del turismo un partícipe bajo el concepto de sustentable.

Creo que este tema merece un gran debate, y la idea que doy es sólo un esbozo que busca aportar al mismo, no transformarse en “La Respuesta”.

La propuesta es un planteo aparentemente matemático, que tiene la virtud de la simplificación filosófica aunque en este caso no tenga la exactitud de esta ciencia: la fórmula para que una gestión turística sea económicamente exitosa, socialmente aceptable, ecológicamente sustentable y competitivamente sostenida, sería:

Po + V + Pg = PBP

donde

Po = poder

Pg = prestigio

V = voluntad política

PBP = "atributos masculinos" bien puestos.

O sea, a la voluntad (política o sin este agregado, ya que lo que hace falta es constancia en el esfuerzo) hay que agregarle una buena cuota de poder y otro tanto de prestigio, y una vez amalgamados ser coherentes, jugarse y, con toda la paciencia del mundo, ser capaz de convencer.

También, cuando la situación lo exija, ser capaz de controlar y obligar a corregir rumbos.

En la ciudad de Río Grande, por ejemplo, hay un arduo trabajo de mucho tiempo, pero disperso, de distintos sectores, que no lograron acuerdos esenciales y si en algún momento se formularon propuestas participativas, como el caso EMPROTUR (Ente Mixto de Promoción Turística), quedaron en el olvido más allá de ser corregibles.

Una clave: Saber escuchar.

Un Gobierno que NO TENGA MIEDO de actuar con SUBSIDIOS DE APOYO a aquello que permite el desarrollo regional, que entienda que el CONSENSO no significa la pérdida del poder específico y que gestione créditos a tasas racionales, se integraría a la comunidad con una gestión de futuro común porque ese Plan debería incluir a TODOS.

El Turismo sigue creciendo en Ushuaia con tasas que superan la media nacional y Río Grande debería subirse a ese tren.

Tierra del Fuego con PBI per cápita (U$D 6.584) superior al de México y tercera en orden país, solo resulta superada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Sta Cruz, pero qué porcentaje del PBI provincial representa el Turismo? Qué porcentaje de la Población Activa?

Son variables econométricas que deberíamos manejar con responsabilidad para que la actividad sea finalmente reconocida como de impacto económico.

El crecimiento de este sector podría dar ocupación a una creciente población migratoria que llega a la provincia a incorporarse al mercado de trabajo para hacer realidad su proyecto vital.

Trabajar para afianzar un Modelo Turístico

Un objetivo de tal naturaleza debería sustentarse en:

- Calidad de servicios

- Capacidad hotelera

- Red de transporte público

- Conectividad aérea

Estos 4 ejes, considero, son base estratégica para hacer de Río Grande “un municipio turístico”, más allá de la divergencia en la evolución de perfiles que naturalmente tiene el Sur (turístico) y el Norte (industrial) de la Provincia.

Las soluciones, en ese caso, convergen en la promoción de nuevos enfoques para el desarrollo participativo de las comunidades locales.

Pero, sin Aeropuerto competitivo y por lógica sin vuelos, sin avance en la obra del puerto Caleta La Misión, y sin capacidad hotelera, Río Grande seguirá postergada en su posibilidad de coparticipar la incidencia económica que genera la actividad turística (190.000 turistas/año) dado que el TURISMO accede a nuestra provincia, en promedio histórico, de la siguiente manera:

- 52% vía aérea

- 39% vía marítima

- 9% vía terrestre (la única ventaja comparativa).

Entre la “macro” y la “micro”: la gente

Vivo desde hace poco más de 20 años en esta hermosa ciudad de Río Grande. Y la recuerdo, por aquel entonces, como un pueblo.

Naturalmente he conocido otras ciudades de la región, como turista o asistiendo a encuentros y seminarios para aprender. Por eso es que, a partir de la experiencia incorporada, me puse a pensar que entre la "macro" y la "micro" hay algo más, y es el pueblo, que sin estar comprendido en la macroeconomía, política o empresa, tampoco lo está en la micro economía.

La intención es reflexionar sobre qué ocurre más allá de los grandes iconos turísticos que tiene nuestra Patagonia y hacer un ida y vuelta que nos permita crecer en una actividad que si bien es un fenómeno social, cultural y económico, debe ser concebida, diseñada y gestionada por el hombre.

“Río Grande, un compromiso de todos”

Uno de los rasgos comunes que muestra, por ejemplo, nuestra ciudad es la reiteración de rostros y diálogos. Bajo la creencia de que por ser pocos nos conocemos, actuamos más en base a prejuicios que a la razón, lo que torna difícil el crecimiento. Me ha sucedido de conocer a gente bien intencionada, voluntariosa, pero que de tanto verse y contarse las mismas cosas en el café por donde pasa el poder social llegan a creer que todo lo malo nos sucede a nosotros (Río Grande) y lo bueno ocurre en la ciudad de al lado (Ushuaia). De allí a creer que eso que nos pasa nos acontece solo a nosotros hay un paso muy pequeño, y por lo general también lo damos.

He conocido algunos funcionarios y empresarios cuyo sueño era hacer un portal de entrada, montar una oficina de informes y tener un folleto a todo color, pensando que con eso el turismo tenía que venir. Si el lugar nos gusta, suelen decir, por qué los turistas no van a venir...

Estos y otros temas son los que me gustaría compartir, ya que son comunes aunque cada uno crea que solo suceden en su lugar, sin transformarlos a través de la divulgación en el consuelo de tontos al saber que es mal de muchos.

Hasta la próxima.

(*) José Heredia
Idóneo en Turismo
Registro Nacional N° 3216
Asesor y Consultor Turístico
Ex Subsecretario de Turismo y Medio Ambiente de Tierra del Fuego

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