Hoy tengo que agradecerle. No sabia que día era, ni cual día le correspondía a San Expedito, pero, una semana atras, me senté y me propuse rezarle y pedirle.
Es increíble como la mente humana funciona.
Miles de imágenes van pasando por la cabeza cuando uno decide “pedir” algo. Pasan las caras de quienes apreciamos, y de quienes estamos alejados, e incluso por ellos pedimos, dejamos de lado rencores, enojos, broncas, dejamos de lado todo por un par de minutos para subir al cielo una plegaria, un deseo sincero, un pedido silencioso del cual somos testigos sólo nosotros. La energía sube, sube, se expande, y como millones de partículas se dispersa y cada una de ellas, en forma de pequeñas luciérnagas o polvo luminoso llega a quienes deseamos el bien, y se posa sobre ellos. Ahí, en ese mismo instante, quedaron grabadas las palabras y mis deseos en el universo, en Dios o en la creencia que uno pudiere tener.
Creemos en lo que nos gusta creer. Y cuando pensamos que no creemos en nada, lo hacemos. Creemos en el momento de pedir, desde adentro, sinceramente, con el corazón, con esperanza, con alegría, con miedos y con dolor.
Y todo llega. San Expedito es a quien debo agradecerle esta vez. Alguna vez fue a Santa Rita, la que te da y te quita, pero esta vez, San Expedito, el nuevo, el recomendado fue él que estuvo a la caza de cada una de las plegarias de esa noche.
Hoy es 19 de Abril
No sabía que era el día de San Expedito. Hoy llegó la solución a uno de mis problemas y trabas. Hoy. Podría haber llegado mañana… o la semana pasada. Pero llegó hoy: 19 de Abril. Y se me eriza la piel cuando me fijo en su estampita que, un día como éste, es el día en el cual tenemos que agradecerle.
Al cielo, a Dios, … no importa.
Lo importante es creer. Y elevar o proyectar siempre, desde el alma, una sincera plegaria.
Una cuestión de fe !!!
San Expedito es contemporáneo de Santa Filomena y San Jorge. Vivió a principios del siglo IV bajo el imperio de Diocleciano, emperador que años más tarde lo mandaría a matar, y era el comandante de una legión de soldados romanos.
A pesar de defender al Imperio Romano de los Bárbaros Asiáticos, cierto día fue tocado por la gracia de Dios y recibió la Luz Divina; este episodio cambiaría para siempre su vida convirtiéndose inmediatamente al cristianismo.
Al momento de su conversión, un cuervo se hizo presente simbolizando al Espíritu del Mal y le dijo Cras... Cras... Cras... , (lo que en latín siginifica Mañana ... Mañana... Mañana...) intentando persuadirlo en la misma hora de su conversión al Cristianismo a que lo dejara para después.
San Expedito reaccionó enérgicamente aplastando al cuervo con su pie derecho mientras exclamaba Hodie... Hodie... Hodie (que en latín significa Hoy... Hoy... Hoy... ) no dejare nada para mañana, a partir de hoy seré Cristiano.
El 19 de abril de 303 DC, por orden del Emperador Diocleciano, fue sacrificado en Melitene, sede de una de las Provincias Romanas en Armenia junto con sus compañeros Caio, Galatas, Hermogenes, Aristonico y Rufo.
Por su historia es que San Expedito es un Santo que atiende los casos urgentes, en este mismo momento; los casos que, de producirse una demora, habría un gran perjuicio. Pero este santo Patrono, no atiende para ser venerado, sino para que en acción de gracias nos acerquemos a Dios, sin postergaciones, siguiendo su ejemplo; y en el caso de haber efectuado alguna promesa, él también nos pide presteza en cumplir aquello que le fue prometido.
San Expedito es reconocido por el Don que Nuestro Padre Misericordioso le dio para resolver nuestras necesidades en formas urgente pero también es Patrono de los Jóvenes, Socorro de los Estudiantes, Mediador en los Procesos y Juicios, Salud de los Enfermos, Protector en los Problemas de Familia, Laborales y Negocios, pudiendo ser invocado en otros casos.
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