Estamos muy dolidos. Se fue para siempre el ex-presidente constitucional Don Raúl Ricardo Alfonsín.
El que grabó con fuego la cultura de la democracia para siempre entre nosotros. Sin dudas, en ese sentido, el país entero cambió después de él.
Murió a los 82 años, muy enfermo y con cancer.
Nos dejó huérfanos.
Ahora, miro, busco, vuelvo a mirar y no encuentro hoy en la Argentina un reemplazante con sus cualidades, con su hombría de bien, un político de raza que piensa primero en el bienestar general y no en el propio.
Y lo necesitamos tanto.
Un verdadero estadista. Es el padre de la democracia argentina.
Sólo nos queda su legado, grande, por cierto, pero él ya no está. Y eso duele.
División de poderes, diálogo, pluralismo, consenso, libertad, respeto inclaudicable a las instituciones de la república, defensa de los derechos humanos, juzgamiento a las juntas militares, paz con Chile y con el mundo, representación de las minorías, no violencia, mercosur, educación, salud, justicia, equidad, distribución de la riqueza, humildad, pasión, honestidad, democracia, patria potestad compartida, son sinónimos de Raúl Alfonsín.
Se fue un demócrata con mayúsculas.
Con aciertos y errores, a la distancia de los hechos creo que fue el mejor presidente argentino desde la recuperación de la democracia.
Se fue del poder, como debiera ser en todos los casos, tal cual como entró, sin enriquecerse, vino y se fue con lo puesto.
Sin dudas, ahora nos deja para sumarse al panteón de los próceres de la patria. Nos queda un gran vacío.
Gracias, Don Raúl. Hasta siempre !!!
Fuente: Guflo
El que grabó con fuego la cultura de la democracia para siempre entre nosotros. Sin dudas, en ese sentido, el país entero cambió después de él.
Murió a los 82 años, muy enfermo y con cancer.
Nos dejó huérfanos.
Ahora, miro, busco, vuelvo a mirar y no encuentro hoy en la Argentina un reemplazante con sus cualidades, con su hombría de bien, un político de raza que piensa primero en el bienestar general y no en el propio.
Y lo necesitamos tanto.
Un verdadero estadista. Es el padre de la democracia argentina.
Sólo nos queda su legado, grande, por cierto, pero él ya no está. Y eso duele.
División de poderes, diálogo, pluralismo, consenso, libertad, respeto inclaudicable a las instituciones de la república, defensa de los derechos humanos, juzgamiento a las juntas militares, paz con Chile y con el mundo, representación de las minorías, no violencia, mercosur, educación, salud, justicia, equidad, distribución de la riqueza, humildad, pasión, honestidad, democracia, patria potestad compartida, son sinónimos de Raúl Alfonsín.
Se fue un demócrata con mayúsculas.
Con aciertos y errores, a la distancia de los hechos creo que fue el mejor presidente argentino desde la recuperación de la democracia.
Se fue del poder, como debiera ser en todos los casos, tal cual como entró, sin enriquecerse, vino y se fue con lo puesto.
Sin dudas, ahora nos deja para sumarse al panteón de los próceres de la patria. Nos queda un gran vacío.
Gracias, Don Raúl. Hasta siempre !!!
Fuente: Guflo
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