27 diciembre 2007

Turismo: El desafío de crecer


Que el Turismo atraviesa una de las mejores etapas de su historia, local e internacionalmente, no admite dudas.
Como señalan los profesionales del mercado, no es un dato casual su creciente y positiva incidencia en las economías nacionales.
Fuente de desarrollo e industria del placer, es una de las actividades más atractivas y con mayor potencial del mundo.
Así y todo, sería parcial referirse a este quehacer sin considerar la complejidad de muchos aspectos que hacen a su dinámica.
Con esta inquietud me pareció oportuno recrear la opinión de los líderes de las organizaciones y entidades más representativas del quehacer turístico. En esta introducción y en las páginas siguientes, hallará el lector un compendio de opiniones que ilustran sobre el presente y las perspectivas de la actividad que según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2020, se registrarán más de 1.600 millones de llegadas en todo el planeta.
¿Cuál es hoy la principal problemática del turismo, en la Argentina?
Un único interrogante para una respuesta unánime por parte de los consultados: la deficiente conectividad aérea; falta de frecuencias de vuelos e insuficiente infraestructura aeroportuaria.
Una suma de factores que inciden perjudicialmente sobre los destinos y la llegada de inversiones. Juan Mirenna, presidente de la Cámara Argentina de Turismo, fue más preciso al señalar las dificultades que ocasiona el "cuadro tarifario vigente en el transporte aerocomercial, el cual debería adecuarse a la demanda".
Para Mirenna urge "analizar a fondo la carga impositiva en los combustibles, de manera de aliviar los costos de las compañías aéreas de cabotaje".
Por su parte, Antonio Falcone, de la Cámara de Compañías Aéreas en la Argentina (JURCA), sostuvo que "la desregulación de las tarifas domésticas es el primer paso para el desarrollo de la actividad".
Todos estos aspectos, para Diego Benítez -presidente de la Asociación Argentina de Derecho del Turismo- se explican y resumen en la "ausencia de una política integral de transporte". Pero los reclamos no quedan por el aire y Adriana Romero, del Foro de Profesionales del Turismo, se ocupa de mostrar lo que también está faltando más abajo, justamente, en las rutas terrestres, en donde señala un deficitario desarrollo así como el puerto de Buenos Aires exhibe una infraestructura insuficiente.
En el plano internacional, más allá de los matices de regiones y destinos puntuales, los temas preocupantes son la conflictividad bélica, la amenaza terrorista y en último lugar el aumento sostenido del precio del petróleo.
Sin embargo, para la Organización Mundial de Turismo estos inconvenientes no deprimirán la buena salud del turismo. Marcelo Risi, responsable de medios de la OMT, no tiene dudas: "Este es un sector flexible y resistente a las coyunturas más adversas, reflejo de su vigoroso potencial económico". Y el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVYT), Ricardo Roza, confirma la idea: "El turismo viene aumentando su incidencia en el PBI de la mayoría de los países y ese es un indicador que establece a las claras cuánto importa en términos de desarrollo y de potencial económico".
Nuevos hábitos y tendencias
Los cambios vertiginosos son una constante del mundo actual, y esta dinámica tiene su correlato en el mundo de los viajes.
Las nuevas tecnologías y consecuentemente los nuevos hábitos de consumo han modificado los escenarios.
En este contexto cobran fuerza y se distinguen las iniciativas impulsadas por la OMT para desarrollar lo que se conoce como "turismo sustentable". Dicho sin vueltas, un turismo no invasivo, que no afecte el ambiente físico o social.
Un párrafo destacable merece la consolidación de las rutas temáticas.
Una suerte de ordenador de las preferencias y gustos de los viajeros. "Sin duda, la segmentación de los destinos para captar intereses específicos es una veta importante que permite enlazar destinos puntuales y no destinos generales", describió Germán Pérez, de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA).
Cambio: monetario y climático
Existen dos clases muy diferentes de cambio que inciden en el turismo: el económico y el climático.
¿Hasta dónde inciden?
"Nuestro país es un ejemplo de cómo la alteración del cambio monetario modifica las cosas. Pero, a cinco años de la devaluación del peso, las tarifas diferenciadas para extranjeros y los costos internos conspiran contra las ventajas de los viajeros: 600 dólares paga un extranjero por un vuelo de Bs. As. a Bariloche, lo mismo que costaba un pasaje a Miami en los 90", dice Benítez.
Pero la actividad no puede basarse en esta variable. "Si fuéramos una isla que vive del turismo, el tipo de cambio sería una estrategia económica. Pero en la Argentina, el tipo de cambio es un dato, no una estrategia. No se puede descuidar la industria o el agro para favorecer al turismo", sostuvo el especialista en marketing Alberto Wilensky, para quien, si esta coyuntura cambiara, habría que mejorar el posicionamiento y ofrecer más servicios y productos.
Diversificación y capacitación
En la Argentina, nadie duda en señalar a la Patagonia como la región más desarrollada de los últimos años.
Juan Mirenna señaló que los que más progresaron han sido quienes crecieron en la diversificación de su oferta y aumentaron el nivel de capacitación. Germán Pérez, de FEGHRA, fue más allá: "Los líderes tradicionales, como Costa Atlántica y Córdoba hoy deben asumir que la competencia existe y que destinos como Salta, San Luis o las Rutas del Vino y del Olivo, responden a las expectativas del viajero". No sólo en nuestro país, sino en todo el mundo se constata esta tendencia a identificar nuevos destinos. Al respecto, Diego Benítez dice: "Constancia y profesionalismo, acompañados de una fuerte decisión de políticas públicas hacen ese crecimiento y ese desarrollo ".

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