100° Aniversario del descubrimiento del Petróleo en Comodoro Rivadavia

La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su adhesión a la conmemoración el día 13 de diciembre de 2007, del 100º aniversario del descubrimiento del Petróleo en Comodoro Rivadavia, hecho que diera inicio al desarrollo poblacional y económico de la región patagónica sureña, y posteriormente a la creación de la empresa estatal Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF).
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 13 de diciembre de 1907 en Comodoro Rivadavia, cuando se realizaban perforaciones en busca de agua se descubrió petróleo. Este hecho marca el inicio del desarrollo de la explotación petrolera, y la aparición de una industria que posibilitó el crecimiento y desarrollo industrial de la Argentina.
En este proceso industrial que se inició en 1907, no podemos dejar de lado el trabajo aportado por el General Enrique Mosconi, para crear una empresa nacional petrolera, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
En 1922 se le pone nombre a la explotación petrolera estatal y comienza a llamarse Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Años más tarde nacen Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) y Gas del Estado.

En la década del 40 el impacto de la Segunda Guerra Mundial fue muy fuerte para nuestro país que dependía de Europa. Para aquella época la producción nacional era del 42% del total. Fue entonces cuando el Presidente, Juan Domingo Perón impulsa el uso de otras fuentes de energía poniendo todo el esfuerzo en la promoción del gas natural y la construcción de redes de gasoductos que pudieran acercar el combustible a la población.

Con YPF en la región, se inicia la evolución industrial, productiva y poblacional de la patagónica, se crean asentamientos que hoy son grandes ciudades, se generan obras de infraestructura edilicia, caminos, etc., que marcaron la identidad de los pobladores de nuestra patagonia.
A la cuenca del golfo San Jorge, en la cual se ubica Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia y Cañadón Seco se le sumaron las cuencas del noroeste, la cuyana, la neuquina y la austral, permitiendo que las actividades de exploración y producción crecieran de manera sostenida. A la par se desarrolló la refinación y la industria petroquímica, conformando una industria verticalmente integrada. Posteriormente, también la producción de gas tomó importancia y se convirtió en uno de los principales elementos de la matriz energética del país.

Las reformas de los años 90 cambiaron totalmente la estructura petrolífera nacional, con una privatización absoluta; abandono del Estado del ejercicio de su rol en materia de fijación de la política energética de largo plazo, de planificación estratégica y de fiscalización de la actividad de la producción de hidrocarburos.

Este centenario localiza a la industria del petróleo y del gas en plena actividad y crecimiento, con cambios en el marco legislativo que generan nuevas oportunidades para compañías que quieran invertir en el futuro. La producción petrolera Argentina pasó en 100 años de 3 mil barriles de petróleo a 350 mil barriles diarios en la actualidad.
El cambio en el marco legal hace que las provincias sean las nuevas protagonistas en la industria, y muchas de ellas se encuentran impulsando nuevos procesos licitatorios para adjudicar áreas de exploración.

Actualmente, se están realizando esfuerzos para encontrar soluciones a la crisis que se inicia a partir de 1998, la sanción de la Ley de estímulos e incentivos fiscales para la exploración de hidrocarburos, hoy vigente, y la reforma de la ley de hidrocarburos (Ley Corta), sancionada por el Congreso de la Nación, son un gran avance en cuanto a definir la jurisdicción y competencia sobre los yacimientos, mejorando la seguridad jurídica del sector.

Es claro que hay mucho por hacer, debemos encarar nuevas obras en infraestructura, para poder abastecer la creciente demanda, reestablecer el equilibrio de precios natural entre los distintos combustibles, ya sean líquidos o gaseosos, para que sea económicamente viable la sustitución de unos por otros, adoptar políticas que favorezcan el uso racional y eficiente de la energía disponible, como medio genuino de asegurar el abastecimiento a largo plazo y para planificar mejor la utilización de la infraestructura actual y futura.