24 diciembre 2007

Que la navidad sea un buen presagio. Que la paz llegue y nos ilumine el camino hacia un nuevo año de éxitos



Navidad.
Época de regalos, arreglos navideños y por supuesto de arbolitos y guirnaldas.
Toda una tradición.
Sin embargo, no lo es para todas las personas.
Mientras unos abren sus regalos y se sienten mal porque no les regalaron el i-pod o lo último que salió al mercado y es "moda", o yo que sé, (sea cual sea la COSA que quiera), otros muchos que se encuentran no muy lejos de nosotros mismos están deseando en ese momento un buen par de medias para intentar esquivar el frío de las calles; y no me refiero a las personas que a esta hora todavía están comprando los regalos.
No señores.
Me refiero a los indigentes y desplazados por la violencia que ante la falta de un hogar, no porque quieran en la mayoría de los casos sino porque les toca, no alcanzan a ser tocados por el espíritu navideño al que estamos acostumbrados.
Yo tan solo quiero compartir una reflexión personal y es que no llenemos nuestro espíritu con una navidad de excentricidades.
Busquemos la manera de compartir con los que sabemos que lo necesitan y no hagamos "la vista gorda"...
No esquivemos la mirada ante esta realidad.
Compartamos la felicidad (poca o mucha) de la que gozamos durante esta época de reflexión y durante todas nuestras vidas.
Por último, recordemos que estas personas no son almas invisibles y al igual que nosotros tienen expectativas de una mejor calidad de vida.
Aportemos nuestro granito de arena. Y que, por favor, nuestras Navidades estén llenas de espiritualidad y reflexión y no de regalos.
Por último quiero compartir con ustedes una frase que me llegó en un correo electrónico.
No es necesariamente navideña pero tiene un significado muy importante:
“El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin el serás un eterno desafinado en el inmenso coro de la humanidad.”
Si tienen algún comentario al respecto me pueden escribir al correo.
Para mi será muy importante si causo algún tipo de reacción.
No siendo mas, me despido deseándoles una muy sentida FELIZ NAVIDAD y que la pasen en paz y armonía, con sus seres queridos.
los invito a compartir la mesa navideña con los que sabemos que lo desean.
Gracias….

José Omar Heredia. (2007)

Tierra del Fuego. Patagonia. Argentina

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