04 enero 2008

Grave: Ex Funcionario "K" despechado, tilda a su Jefe como "sospechoso de corrupción"

Despechado y ya sin cargo, Ricardo Cirielli atacó duramente a su ex jefe, Ricardo Jaime

CIUDAD DE BUENOS AIRES (CÓDIGO AÉREO)
En una reacción inconsulta y nunca vista entre los ex funcionarios que pasaron por el gobierno de Néstor Kirchner, el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, citó a los matutinos La Nación y Página 12 para protestar por haber sido dejado fuera del gobierno. (sic)

Como viene comentando CÓDIGO AÉREO hace más de un mes, la decisión de vaciar de funciones a Ricardo Cirielli y alejarlo del poder que ofrece un cargo público fue decidida luego de que la embajada de Brasil protestara formalmente a la Argentina por el accionar que tuvo el funcionario en la crisis que derivó en la suspensión de los vuelos de la quebrada Varig.

Desde que asumió, Ricardo Cirielli nunca respetó la cadena de mandos dentro del Ministerio de Infraestructura y respondía a su propia agenda gremial y de intereses particulares, sin tener en cuenta las negociaciones o decisiones que tomaban la Casa Rosada, Julio de Vido o Ricardo Jaime.

El foco de múltiples choques fue Aerolíneas Argentinas. Ricardo Cirielli conformaba el bando de gremialistas que presionaban por la estatización de la empresa y tomaron como un triunfo el despido de Antonio Mata de la compañía. Pero cuando se cerró el acuerdo entre Ricardo Jaime y el Grupo Marsans por imponer la Paz Social en la empresa y limitar el ingreso del Estado en el capital accionario de la aerolínea de bandera, las relaciones se terminaron de cortar.

"La frutilla del postre" fue un presentación que realizó Ricardo Cirielli contra un funcionario menor dependiente de Ricardo Jaime ante la Oficina Anticorrupción, lo que selló su suerte. La creación de la ANAC fue el paso formal para vaciar de contenidos a la subsecretaría de Transporte Aerocomercial y dejar el funcionario sin trabajo.

Durante semanas, Ricardo Cirielli trató de buscar un nuevo puesto que ocupar dentro del sector aerocomercial, con el fin de hacer pesar su figura de gremialista y mantener vigilados a sus enemigos sectoriales. Primero fue la apuesta a conducir la ANAC, luego el pedido para ser nombrado delegado argentino ante la OACI y, por último, el intento de ingresar a Aerolíneas Argentina en reemplazo de Ariel Basterio.

Con el alejamiento de Ricardo Cirielli de su cargo, se consolida el acuerdo alcanzado entre el Grupo Marsans y el gobierno argentino, lo que implica que los gremialistas han comenzado a perder su exagerado protagonismo en el sector en los últimos 10 años.

Con la ida de Ricardo Cirielli, en los pasillos de la torre de Aerolíneas Argentinas se comentaba que "ahora, el camino está allanado para la necesaria Paz Social".

El siguiente es el texto publicado en el Suplemento Economía de La Nación de hoy (http://www.lanacion.com.ar/):

"El renunciante subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, cuyas funciones fueron absorbidas ayer por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, atacó ayer a su superior, al ex presidente Néstor Kirchner y a su sucesora, Cristina Fernández de Kirchner. "Si quedó en su cargo Jaime, con 18 causas penales, cuando es sospechoso de corrupción, tan mal trabajo no habrá hecho para los Kirchner", dijo Cirielli a LA NACION.

"Si él queda, yo debería quedarme", agregó el subsecretario, a quien no le nombraron reemplazante. "Me parece injusto quedarme afuera porque fui el primer sindicalista que apoyó a Kirchner cuando ni existía en las encuestas. Yo me debí en cuatro años y medio a los ciudadanos y al transporte aéreo. Debería seguir, a menos que quieran que me quede para corromper. Por ahora, nadie me dijo que me vaya. Jaime tiene cuatro o cinco causas que difícilmente se podrá sacar de encima, y son por irregularidades en perjuicio del Estado."

El sector aerocomercial da por descontada la desvinculación de Cirielli desde el momento en que la nueva administración de Cristina Kirchner brindó la nómina de funcionarios del Ministerio de Planificación Federal y Cirielli no figuraba entre ellos. Jaime tendrá a partir de ahora a su cargo las decisiones o actos administrativos vinculados con las competencias de la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, dependiente de esa Secretaría de Planificación, según dispuso el secretario en una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial.

De esta manera se puso el punto final a la conocida interna entre Jaime y Cirielli. El primero fue denunciado por la Sindicatura General de la Nación (Sigen), la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Oficina Anticorrupción (OA) por presuntas irregularidades en el acuerdo de hace unos años entre la estatal Líneas Aéreas Federales (Lafsa) y Southern Winds (SW). Cirielli fue denunciado en 2006 ante la OA por la Asociación Argentina de Aeronavegantes por parcialidad en el ejercicio de la función pública. La OA resolvió que no tratara temas vinculados con Aerolíneas Argentinas por la manifiesta animosidad del subsecretario con las autoridades de la empresa.

En 2005 tomó estado público el enfrentamiento de Jaime y Cirielli en relación a los balances de Aerolíneas Argentinas de años anteriores. Como socio minoritario, el Estado argentino debía aprobar los estados contables. Mientras Jaime recomendaba aprobar los balances de la aerolínea, Cirielli sugería impugnarlos.

Cirielli aún conserva su cargo como secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), aunque está de licencia. Llegó al Gobierno gracias a su fuerte apoyo a la candidatura presidencial de Néstor Kirchner.

El artículo 13 del decreto 1770 del 29 de noviembre pasado había establecido que la Secretaría de Transporte mantendría las competencias vinculadas con la regulación tarifaria, las políticas de transporte aerocomercial, las concesiones de rutas y los acuerdos bilaterales. Así lo señalan los considerandos de la resolución 8/07, publicada ayer en el Boletín Oficial. Ahora se agregó que el decreto 239 de marzo último, que creó la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), dispuso que los entes y organismos involucrados con esa administración mantendrían sus responsabilidades, competencias y funciones asignadas por el marco legal hasta la efectiva transferencia de las misiones inherentes a la ANAC. Por estas disposiciones se concluye que "corresponde que la Secretaría de Transporte se avoque a las funciones que desarrolla la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial".

Por su parte, en Página 12 (http://www.pagina12.com.ar/), Cledis Candelaresi titula su nota "Cirielli, piloto sin nave pero que igual bombardea" y asegura que "no renunció a Transporte Aerocomercial, pero su cargo ya no existe como tal. Le apunta a Jaime". Este es el texto de la nota:

"Si (Ricardo) Jaime, que tiene dieciocho causas judiciales pendientes, se queda en el Gobierno yo, que no tengo ninguna, ¿por qué tengo que irme? A menos que el Gobierno sólo quiera conservar a funcionarios corruptos." La declaración fue formulada a Página/12 por Ricardo Cirielli, formalmente subsecretario de Transporte Aerocomercial hasta el 10 de diciembre, cuyas atribuciones -entre las que se incluye el otorgamiento de nuevas rutas o la firma de convenios con otros países por las frecuencias aéreas- fueron ayer absorbidas por su ex jefe, el secretario de Transporte.

Esa absorción, se supone, es provisoria y se extenderá hasta que se formalice la creación de la Administración Nacional de Aviación Civil, ente de control del tráfico aéreo que subsumirá potestades que hoy tiene la Fuerza Aérea, el Orsna y la subsecretaría que Cirielli ocupó durante la gestión de Néstor Kirchner. "Fui el primer sindicalista que apostó por el kirchnerismo, aun cuando en las encuestas esa opción electoral figuraba como Otros", resaltaba ayer el sindicalista de Apta, gremio que nuclea a los técnicos aeronáuticos.

La enemistad entre Cirielli y Jaime quedó especialmente expuesta semanas atrás, cuando el otrora funcionario presentó una denuncia ante la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas para que se investigue a Hidalgo Lagos, un estrecho colaborador del Jaime. Miguel Garrido tendrá que constatar si, efectivamente, ese hombre del entorno de la secretaría prometía favores a las aerolíneas a cambio de varias decenas de miles de dólares.

Pero la antipatía hacia su jefe inmediato es de más data y era también extensiva al titular de Planificación, Julio De Vido. Finalmente, según añaden con tirria voces próximas al secretario de Transporte, "tampoco se llevaba muy bien con Alberto Fernández". Esto último, más difícil de constatar. Como fuere, esos roces le valieron la expulsión de hecho del gobierno de Cristina Kirchner. A pesar de que se negó a presentar su renuncia, ayer su cargo quedó vacío de contenido. "Si quieren que me vaya, que me lo digan: a mí nadie me dijo nada", desafía Cirielli al dialogar con este diario en el medio de unas vacaciones que habría comenzado esta semana, ya que la anterior continuó asistiendo a sus oficinas de Planificación.

El paso por la función pública del sindicalista de Apta tuvo más de un sinsabor. Uno de los mayores fue cuando la Justicia le impidió ocuparse de resolver cuestiones que involucraran a Aerolíneas Argentinas, debido a la pública enemistad con la empresa privatizada, manifestada mientras ejerció su rol de activista sindical muy combativo. Ese dictamen judicial se fundó en un pedido expreso del español Antonio Mata, accionista del grupo Marsans, que finalmente fue eyectado de la conducción de la empresa. Quitarle atribuciones sobre la línea aérea que concentra más del 80 por ciento del mercado de cabotaje y gran parte del internacional saliente implicó un cercenamiento contundente de su poder.

Aunque no lo reconozca expresamente, las esperanzas de Cirielli se centraron en sumarse a la Anac, organismo estatal que transferirá a manos civiles la función de controlar el tráfico aéreo, hasta ahora potestad privativa del Comando de Regiones Aéreas. Esa transferencia de responsabilidades implica también la cesión de la caja que se nutre hoy con varias tasas tributadas por compañías aéreas, otro objeto de varias pujas intestinas. Quién conducirá esa administración en parte define el futuro de una propuesta por la que bregó históricamente Apta, el gremio de Cirielli, para que se sustraiga el poder de la órbita militar. "Ahora miramos con preocupación: no es cuestión de que allí vaya cualquiera", se quejaba ayer uno de sus máximos dirigentes del sindicato, Juan Papalardo.

Hasta anoche, el nombre que ganaba más puntos para el máximo puesto de esa administración era el ex gobernador mendocino y titular de la estatal Arsat (la empresa responsable de la actividad satelital del país), Rodolfo Gabrielli. No hay dudas sobre el origen peronista del ex ministro del Interior en plena crisis, en 2002, y ex funcionario del Orsna, el órgano de control de los aeropuertos privatizados. Pero esta afiliación, justamente, contrasta con otro nombre que sonó para ese puesto: el del ex intendente patagónico Horacio Quiroga, un radical K.

Aunque la decisión de crear esa entidad civil es heredada de la gestión de su marido, Néstor Kirchner, poner en marcha la controvertida Anac será un desafío para la Presidenta. Tanto como defender a Jaime -secretario también heredado- de los frecuentes embates sobre su honra.

N/R: Después nos preguntamos el por qué de la crisis aerocomercial en nuestro país... Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.

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