05 septiembre 2007

Un fenómeno turístico a 25 años de la guerra




El Aniversario de Malvinas, provocó un boom turístico y la próxima temporada está saturada de reservas.


Para la mayoría de los argentinos, las Malvinas son ante todo el escenario de una guerra que ha dejado heridas sin cerrar y reclamos sin respuestas.

En estos días, con la proyección de la próxima temporada estival, para el resto del mundo parecen ser un destino elegido de vacaciones.

La cobertura mediática por el 25° aniversario del conflicto en el Atlántico Sur amplió la difusión mundial de las islas, que han comenzado a transformarse en un epicentro del turismo internacional: de acuerdo con cifras del departamento de Turismo del gobierno isleño, hubo en la temporada 2006/2007 un incremento del orden del 14 por ciento en el nivel de visitas.


Este año ya pasaron por las islas más de 50.000 personas, mientras que en 2005/2006 lo habían hecho unas 44.000. La mayoría de estos viajeros llega en cruceros internacionales.

"El aniversario del conflicto despertó más curiosidad mediática, lo que lógicamente creó más interés en el turismo", alude en cada oportunidad que tiene, desde Puerto Argentino, la encargada de esa repartición, Liz Timmlach. Pero enseguida advirte: "No es igual el único factor: hay una tendencia al crecimiento que viene de antes, porque aquí hay encantos naturales que exceden al conflicto bélico".

El período más fuerte de la temporada turística de las Malvinas es el que va de noviembre a marzo. En este lapso, el grueso de las visitas busca conocer el fenómeno migratorio de las diversas especies de pingüinos y albatros que habitan en la región. También los adeptos al birdwatching y los amantes de la fauna marina acuden allí por sus particularidades: en las costas suelen verse leones y lobos marinos, y cisnes de cuello negro. Claro que la guerra es un tema ineludible en cualquier visita, esté o no el turista interesado en ella.



De hecho, a simple vista y en zonas no tan alejadas de los enclaves poblacionales, aún existen unos 117 campos minados, y en algunas extensiones aún es posible encontrar esqueletos de aviones cazabombarderos que pelearon en 1982.

Además, la política del gobierno isleño es trabajar coordinadamente con las agencias de turismo locales para que los visitantes se queden con la idea de que las islas tienen "un encanto que va más allá del conflicto bélico".

Por su omisión o por su mención, la guerra es, entonces, un asunto en sí mismo apenas se pone un pie allí.

La mayor parte de los visitantes son europeos, según los encargados del turismo isleño.

No sólo los que llegan en los cruceros, sino también los que viajan a las islas en el vuelo semanal de LAN. No es barato hospedarse en las Malvinas.

Los hoteles cobran unas tarifas que oscilan entre 80 y 120 libras por noche.
Las estadías suelen reservarse con anticipación.


Ocurre que la infraestructura es limitada: hay allí unas 30 residencias que albergan visitantes. Entre los hoteles que se promocionan en Internet se destaca la descripción que se hace, por ejemplo, del Darwin House . Como su nombre lo indica, el hotel está situado en Darwin, al pie de las lomadas en las que transcurrió la batalla de Goose Green, una de las más emblemáticas de la guerra. La casa está refugiada entre las aguas de Choiseul Sound y las colinas en las que se libró la batalla de Goose Green, en 1982.
Ken y Bonnie Greenland, los propietarios, ofrecen una cálida bienvenida y un ambiente informal, con énfasis en las bondades de la vida campestre", dice el texto promocional. Además, se promueve el sitio como un lugar ideal para "juegos de golf , excursiones y paseos de pesca y recorridos por el campo de batalla".







Paisaje en perspectiva de Puerto Argentino. (Archipiélago de Tierra del Fuego).
Un Destino turístico que nos pertenece !!

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