11 agosto 2009

El presidente de Aerolíneas, dice que se desprenderá de 15 aviones en desuso; el Gobierno justificó el déficit

El malestar que provocó ayer en la quinta de Olivos la difusión de las pérdidas de Aerolíneas Argentinas, las más altas (mensuales) en la historia de la compañía, no sólo hizo que varios funcionarios defendieran y justificaran públicamente ese déficit, sino, paralelamente, la confección de un plan gubernamental de reducción de costos.

LA NACION publicó ayer que Aerolíneas Argentinas y Austral habían perdido $ 300 millones el mes pasado. En torno a las explicaciones de esa cifra -que nadie del Gobierno negó en público- se abroquelaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro de Planificación, Julio De Vido, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas, empresa que emitió un extenso comunicado. Por la noche, desde la compañía afirmaron a este diario que, en realidad, las pérdidas habían sido de 200 millones y que se aplicaría el referido plan de ajuste.

En ese programa, que incluye 40 puntos, trabajan funcionarios de Planificación, Transporte y la línea aérea. "Hemos decidido un programa de transición, consistente en mejorar la calidad del producto en la puntualidad y la regularidad. Vamos a adoptar un plan severo de ahorro de costos", dijo Recalde a la agencia Télam. Recalde anticipó una reducción de las horas extras, principalmente al personal de mantenimiento, y un plan "transparente" de compras de material aeronáutico. "Vamos a deshacernos de una flota de 15 aviones que no vuelan desde hace varios años y a vender nueve propios fuera de servicio, que generan costos de seguros, de estacionamiento y seguridad".

Sobre los 15 aviones alquilados, expresó que costaban US$ 1,18 millones por mes, más de 35.800 euros de reserva de mantenimiento. "Hemos iniciado la renegociación con las empresas de leasing para deshacernos de las naves que no vuelan desde hace dos años, algunas, y otras, desde hace cuatro", destacó.

Más allá del plan, el gabinete se unió en la defensa de las pérdidas. Por ejemplo, De Vido, que le puso un plazo a un eventual éxito de la gestión en la empresa. "Para salir de la situación, hay que volar más. La compañía es absolutamente viable y, cuando tengamos la nueva flota, que va a comenzar a tener resultados concretos hacia el fin de este año, va a ser viable en términos de confiabilidad del cliente y viable en la reducción del déficit -afirmó a Radio 10-. Cuando tomamos la compañía por default del grupo Marsans, porque hubo una cesación de pagos, porque veníamos de pagar los sueldos desde enero y junio, y en julio dijeron [los empresarios españoles]: «No tenemos para pagar», y entonces allí hubo toda una situación de default y tuvo que hacerse cargo el Estado".

En un comunicado, Schiavi se centró en el contexto global: "Sólo un necio puede no ver que en el mundo se produjeron picos de déficit en las aerolíneas en julio debido a diversas razones, entre las que figura la mezcla simultánea de la crisis internacional con la gripe A. Cualquier extrapolación de estadísticas sin tener en cuenta el contexto puede tener distintos motivos cercanos a la mala fe". Aerolíneas difundió otro comunicado en que consignó las pérdidas que tuvieron en el segundo trimestre del año Continental Airlines (US$ 213 millones) o Delta (270 millones), empresas cuya facturación supera en diez veces la de Aerolíneas.

Subsidios en el aire

También Fernández se ocupó del tema en Radio 10. "Es tarde para llorar sobre la leche derramada -dijo-. Ahora hay que encontrarle una alternativa a este tipo de situaciones que son estratégicas y que hacen a defender a todos los que componemos un país federal. Seguramente ha tenido un déficit propio de una situación no deseada una vez que se vendió y mal administrada, o administrada sólo para beneficio de los empresarios, cosa que habría que corregir rápidamente. Se tiene que mejorar. Altísimamente se tiene que mejorar, y no tengan dudas de que se va a mejorar."

"En el mundo -agregó-, salvo Air France, el 100 por ciento de las compañías tiene alguna suerte de subvención por parte del Estado para cumplir de la mejor manera", dijo, eludiendo así los casos de empresas como la panameña Copa Airlines, Iberia, LAN Perú, LAN Chile, la australiana Qantas y las brasileñas Gol y TAM, entre otras, que no reciben ninguna asistencia estatal.

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