11 agosto 2009

Emprendedores: A vender sin temor...

Una y otra vez vuelve el tema que nos preocupa a muchos emprendedores: ¿por qué nos cuesta tanto vender?, ¿por que la palabra “VENTAS” nos suena a mala palabra y, por ende, nos cuesta tanto vender? Hasta parece que cuando vendemos nos sentimos un poquito “malos” o que no estamos haciendo lo correcto al querer ¡vender nuestro trabajo! ¡Vender nuestro trabajo!, de eso se trata, mi estimado lector.

Claro que no somos emprendedores pensando en el dinero, claro que no. Somos emprendedores porque sentimos una pasión, hay algo que disfrutamos hacer y que sirve a un grupo de personas: hay una pasión y existe un mercado que se beneficiará con nuestra pasión. ¡Bingo! Pero… si no hay ventas… ¿podrá existir mucho tiempo nuestro emprendimiento?
Me gustaría compartir con usted algunas ideas que escribí en mi cuaderno de notas:

1) ¡Véndeme que me gusta! Todos estamos vendiendo siempre. Aunque no seamos concientes de ello, vendemos durante todo el día: productos, servicios, ideas, trabajo, experiencia, marcas, nombres, etc. Incluso cuando usted envía su newsletter con un artículos sobre cómo vender sin temores, también está vendiéndoles a sus lectores. Aceptémoslo, nos guste o no, lo hacemos. Pero no es tema de mera aceptación y resignación. Desarrollar habilidades de vendedores profesionales nos ayudará a poner nuestra empresa en el camino del éxito. O mejor dicho: a nuestros productos en el camino de los clientes.

2) Asómese a la ventana: el día está precioso. Asómese para vender: allí afuera hay gente que puede beneficiarse con su servicio, hay gente a la que usted ayudará con su producto de un modo o de otro. Usted es su emprendimiento, si usted no cree en él, difícilmente otras personas lo hagan. Imprégnese del espíritu de su negocio, ámelo, “ódielo”, vea lo bueno y lo malo de su trabajo, así lo mejorará día a día; y será capaz de contagiar a los demás la magia de su emprendimiento. Asómese para vender: el día está precioso, usted está seguro y para hoy anunciaron ¡buenas ventas!

3) Buenas propuestas, malas propuestas. ¡Abajo las ventas como mala palabra! ¡Arriba las ventas! Si usted ofrece una buena propuesta -abuelita diría: “una propuesta comercial seria“-, ¿por qué debería sentirse MAL ofreciéndola? Genere estupendas propuesta para sus clientes: conózcalos, acérquese, escúchelos, dialogue con ellos. Realice ajustes cuando sea necesario para que las propuestas sean casi a medida de sus clientes. Valore su trabajo al valorar su propuesta. Usted merece cobrar muy bien por el trabajo que hace. ¡Usted MERECE el éxito!

4) ¡Tiempo de ventas! Aunque el día no esté precioso, asómese igual porque hay mucho que perder si nos quedamos en “casa” esperando que los productos se vendan solos. Enfóquese en todo lo que ganará, lo bueno que está por venir para su negocio. No es futurismo, mi estimado, es una realidad que juntos podemos construir, queda en nuestras manos. Pensemos que es tiempo de ventas antes de salir de “casa”… incluso antes de que salga el sol .

Yo vendo, tú vendes, él vende, nosotros vendemos… el resto es historia conocida, ¿no? Pero la historia que no es conocida es la suya, la que desde hoy puede escribir valorando su emprendimiento, sabiendo que usted es merecedor del éxito y que es capaz de generar excelentes propuestas comerciales para sus clientes.

¡Celebremos por RE-descubrir nuestra Pasión Vendedora!

Fuente: Blog "Le canto las 40". http://www.lecantolas40.com.ar/entrenos/

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