Lucas Colonna, para La Nación
La ceremonia pretendía iluminar un hito. Con la presencia de Cristina Kirchner, Aerolíneas Argentinas presentó ayer en sociedad su primer avión propio en los últimos 17 años: un Boeing 737-700 por el que el Estado pagó en efectivo 38 millones de dólares, pese a que la firma estatizada pierde, de acuerdo con cifras oficiales, entre 17 millones y 20 millones de dólares por mes.
El Boeing 737, bautizado por la Presidenta en la Base Aérea Militar de Aeroparque como Virgen de San Nicolás, es la primera de las dos aeronaves que la empresa ya pagó a la fabricante. Las dos empezarán a prestar servicios antes de fin de año en vuelos regionales y de cabotaje, según se anunció ayer.
Fuentes de la empresa explicaron a LA NACION que se pagó en efectivo un total de 76 millones de dólares. Según dijeron en la firma, los recursos provinieron de un crédito del Banco Nación y de aportes del Tesoro nacional, en partes iguales.
En forma paralela, fuentes de la compañía anunciaron que de aquí a diciembre próximo se sumarán a la flota 10 aeronaves nuevas en leasing (alquiler), con un costo mensual de 200.000 dólares. Así, para fin de año, Aerolíneas planea tener en operaciones 12 aeronaves nuevas.
Además de la jefa del Estado, estuvieron presentes en la ceremonia el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el presidente del directorio de la compañía y ex intendente de La Plata, Julio Alak.
La segunda aeronave comprada será entregada a fines de junio, indicaron en la empresa. "Esto coloca a la compañía en el lugar de donde nunca debió haber salido. Es un gran esfuerzo y orgullo para todos los argentinos", dijo la Presidenta.
Las compras y adquisiciones provocan alerta, pues los números de la compañía siguen en rojo. Registros internos indican que, en los primeros cuatro meses del año, Aerolíneas perdió más de 4 millones de pesos por día.
El Gobierno admite pérdidas
Fuentes de la empresa admitieron ayer a LA NACION que se pierden por mes entre 17 y 20 millones de dólares. E indicaron que, desde junio de 2008 hasta enero de 2009, los números fueron por demás negativos. La evolución del segundo semestre de 2008 muestra que el pasivo fue en junio de US$ 60 millones; en julio, de US$ 54 millones; en agosto, de US$ 48 millones; en septiembre, de US$ 37 millones; en octubre, de US$ 28 millones; en noviembre, de US$ 21 millones, y en diciembre, de US$ 18 millones. "No teníamos aviones. Ese, entre otros, era el principal motivo de las pérdidas", dijo un alto funcionario oficial.
¿Por qué se compran aviones en este contexto y si los números siguen en rojo?, preguntó LA NACION a un alto directivo de la firma. "Se compraron ahora porque era una oportunidad de tener los aviones con un costo menor, y en menor tiempo, con una rápida entrega. Esto es así como consecuencia de la situación recesiva del mercado, que hace que las fabricantes tengan reserva. Así, pagamos un 30 por ciento menos del valor original."
Según explicó Jaime ayer a un grupo de periodistas entre los que estaba LA NACION, la compra a Boeing se formalizó hace 20 días, pese a que nadie sabía los detalles del acuerdo. "Esto implica volver a tener una línea de bandera con aviones propios", explicó Jaime, exultante, a la prensa.
Aerolíneas detalló ayer que los B-737 NG reemplazarán en forma paulatina a otras aeronaves de la flota, como los B-737-200 y los MD-80, lo que, se entusiasmaban ayer las autoridades de la firma, permitirá reducir los costos de mantenimiento y mejorar los niveles de emisiones contaminantes. "Se logrará una importante reducción en los costos operativos, ya que estos aviones consumen 30 por ciento menos de combustible por asiento que los MD de la serie 80", dijo Jaime.
Las operaciones anunciadas ayer complementan un acuerdo firmado semanas atrás con la fabricante brasileña de aviones Embraer para comprar 20 aeronaves de esa marca, modelo 190, que empezarían a ingresar paulatinamente en la firma a partir de febrero del año próximo.
El Gobierno dice que comprará esos aviones en US$ 585 millones. Para la operación, recibirá un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil por el 85% del monto. El resto, 88 millones, deberán ser desembolsados por Aerolíneas o el Tesoro nacional en el momento de la entrega. Mientras tanto, la empresa deberá resolver una deuda de US$ 20 millones que mantiene con las compañías de leasing . Según el Gobierno, por cada unidad se pagarán entre 29,5 millones y 30 millones de dólares, a los que habría que agregarles "dos o tres millones de opcionales", es decir, de equipamiento adicional.
Claves
- Veinte aeronaves Embraer nuevas es la próxima adquisición que tiene prevista el Gobierno para Aerolíneas. La operación se concretaría el año próximo mediante un desembolso de 585 millones de dólares, que deberá hacer el Tesoro nacional a través de un préstamo del BNDES brasileño.
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