El flamante presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde negó ayer que responda en forma directa al titular de la CGT, Hugo Moyano y aseguró que el objetivo de su gestión es que dentro de cinco años la empresa "no pierda un peso".Recalde confirmó que el déficit mensual de Aerolíneas es de $ 160 millones y que la deuda que dejó el grupo Marsans es mayor a los US$ 800 millones, por lo que prometió realizar una auditoría para llegar a números definitivos.
Consultado por radio Mitre respecto de si es "hombre de Moyano", el funcionario contestó que "no y afirmó que el líder sindical no tiene vinculación "con el transporte aerocomercial".
Tras indicar que está "absolutamente capacitado para la conducción de la empresa aeronáutica", el nuevo timonel de Aerolíneas destacó que "no siento que no conozca el negocio aerocomercial porque después de haber sido el representante legal de varios gremios aeronáuticos tengo bastante conocimiento del paño".
Respecto del déficit que arrastra la compañía aérea, sostuvo que "en el último mes el Estado aportó $ 160 millones y un total de $ 1.000 millones en el primer semestre del año para poder cubrir el déficit operativo y gastos de inversión".
Recalde justificó la compra de aviones al remarcar que "teníamos la flota más vieja del mundo. Eso hace que sea menos segura, que se rompan más los equipos y que se tenga que reprogramar o cancelar vuelos".
Agregó que "el dinero que aporta mensualmente el Gobierno se utiliza para garantizar que no se pierda ningún puesto de trabajo y para sostener la prestación de un servicio público".
Según Recalde, algunas cifras del gasto que se difundieron en los últimos días no están respaldadas en datos cierto y reales". Aunque luego confirmó las cifras difundidas días atrás por Clarín.
"Hace exactamente un año, cuando el Estado asume la gestión de la empresa, lo que ponía por mes era tres veces más de lo que pone ahora", señaló el funcionario.
Según indicó Recalde "cuando Marsans entregó la empresa el año pasado, el nivel de puntualidad era del 31%, pero ahora el promedio entre los meses de enero y junio llega al 76% de los vuelos".
"El transporte en el mundo está subsidiado. Marsans tenía una política de volar solamente las rutas que eran rentables", añadió Recalde, quien subrayó que su objetivo será que "en cinco años Aerolíneas no pierda un peso".
Respecto a la objeción del grupo Marsans sobre su designación, aseguró que se debe a "que están presionando para conseguir una indemnización".
No obstante, destacó que esa indemnización "no la van a tener porque la decisión política fue bien clara y el tribunal de tasación fue terminante al sostener que la empresa tiene un valor negativo de US$ 800 millones.
Recalde agregó que si no fuera así el grupo español "hubiera iniciado una acción judicial que ni amenazan con hacer".
Al referirse al rol que desempeñan los gremios aeronáuticos, indicó que "si bien tienen derecho a tomar medidas de fuerza, creo que hay buen ánimo para poder sacar adelante la empresa en un marco de paz social".
Recalde y Marsans ya se sacan chispas
El Grupo Marsans y Mariano Recalde, ya empezaron a sacarse chispas. El jueves los españoles objetaron el nombramiento de Recalde y dijeron que harían valer sus derechos como accionistas de la compañía.
Ayer, Recalde salió a responder. Dijo que los españoles "están presionando para conseguir una indemnización por la expropiación" de Aerolíneas, que, a su juicio, no va a obtener.
Según argumentó Recalde, Marsans no ejerce ningún derecho sobre las acciones de Aerolíneas porque así lo establece la ley que aprobó la expropiación de la empresa.
"Es cierto que todavía no concluyó el procedimiento de expropiación, pero mientras dure el procedimiento el Estado nacional puede asumir el control y la dirección del bien a expropiar", señaló Recalde.
Marsans sostiene que la designación de Recalde fue concretada sin consulta previa al grupo español, aún accionista mayoritario de Aerolíneas Argentinas pues el juicio de expropiación de la compañía por parte del Estado argentino todavía no concluyó.
Fuente: Clarín
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