Por Antonio Torrejón (Gentileza)
Sabemos que el turismo, como Multidisciplina de integración trasversal de generación de trabajo y riqueza, lleva consigo intercambios comerciales, empleos, desarrollo, sostenibilidad cultural, paz, en cumplimiento de las aspiraciones humanas. Si alguna vez hubo un momento para difundir este mensaje en voz alta y clara, es ahora. Nos reunimos esta vez en circunstancias de esperanzadora incertidumbre, pero también de enormes posibilidades.
Enfrentamos hoy los hombres y mujeres del turismo, al mayor desafío que se nos ha planteado desde hace casi un siglo.
- no se vislumbra el final de la crisis actual, caracterizada por la contracción del crédito, el desorden económico, el crecimiento del desempleo y una disminución de la confianza en los mercados creadora de recesión;
- esta crisis se une a los imperativos sistémicos a largo plazo de hacer frente al cambio climático, crear empleo y mitigar la pobreza.
Cierto es que, en estos últimos decenios, nuestro sector ha sufrido muchos avances y varios retrocesos, enfrentado crisis graves causadas por fenómenos naturales o por la acción del hombre.
En todas las ocasiones, ha demostrado una capacidad de recuperación notable y ha salido adelante fortalecido y saneado. La capacidad de recuperación se ha vuelto sinónimo de nuestro turismo. Pero la coyuntura actual parece diferente. Esta crisis es realmente mundial y sus parámetros no están claros.
La historia nos enseña que las mayores dificultades son también las que mayores oportunidades ofrecen. Los mismos líderes mundiales que en tantos asuntos discreparon en el pasado están ahora enfrascados en la batalla, trabajando juntos de formas que habrían sido impensables en cualquier otro momento, para coordinar sus actividades y colaborar en los campos de la economía, de la respuesta al cambio climático y de la acción en favor del desarrollo. Y nosotros, desde el sector del turismo, podemos y debemos cumplir nuestro rol.
Tenemos que replantear la situación con realismo. Nuestros mercados empezaron a deteriorarse a mediados de 2008. Aunque las estadísticas de
Se han tomado en el mundo y
También hemos de reconocer que las medidas que tenemos que adoptar hoy ¿con urgencia, profesional, y precisión? serán inhabituales. La compleja naturaleza de esta crisis, de múltiples interconexiones y rápido desarrollo, es impredecible. Las pautas operativas de la economía mundial en el futuro serán muy distintas de las del pasado: la propia naturaleza del consumismo habrá cambiado, como habrán cambiado nuestros mercados y nuestras perspectivas. Es hora de replantearnos nuestras estructuras, nuestras políticas y nuestras prácticas actuales. Ha llegado el momento de una innovación que es el desafío en este “Dia Mundial del Turismo”.
Con las nuevas medidas, hemos de sacar partido del inmenso poder de la tecnología y de las comunicaciones modernas, incluida Internet, para reducir costes, operar con más eficiencia y gestionar riesgos en un entorno de incertidumbre y cambio constante.
Sin ninguna duda podemos obtener una gran ventaja si nos apoyamos al máximo en el bien ensayado modelo de la asociación publico-privada, desde las entidades intermedias (hoteleria, Agencias, Profesionales, etc.) (a los Institutos y Entes Mixtos) para atravesar las turbulencias y seguir adelante después. Tenemos que definir los modelos de Gobierno, de la relación directa del Turismo, con quienes deciden en cada caso (Presidente, Gobernadores y Municipios) para que se logren desde lo económico a lo operacional las más eficaces gestiones, ya que el turismo “no almacena stock”, de allí lo perecedero de su producto, que no tolera las intermediaciones –funestas- de la burocracia. Y hemos también de combatir las peores prácticas como la fiscalidad excesiva y las reglamentaciones complejas que aumentan nuestros costos y reducen el valor de nuestros productos. Es la hora por encima de todo de una nueva solidaridad, con renovada interpretación y grandeza.
Hoy el Área Turística del Gobierno Argentino y el «Comité de Reactivación del Turismo, OMT» con el fin de ofrecer un marco para mejorar el análisis de los mercados, ofrece, la colaboración en las mejores prácticas y la elaboración de políticas, en el contexto que busca la “Diversidad”.
- Ese Comité se reunirá, en “Kazajistan, a partir de 8 de Octubre próximo”, para evaluar las realidades, y estudiar respuestas inmediatas y diseñar el seguimiento de la estrategia. Será el punto de coordinación permanente de la respuesta a la crisis del sector turístico mundial.
- Señoras y señores, en esta celebración queremos invitar públicamente a los principales dirigentes del sector privado y de las organizaciones de los Gobiernos y del turismo que se unan para transitar juntos la senda que haya de seguir. Es oportuna en esta circunstancia recordar la célebre frase de Benjamín Franklin: «Si no nos hacemos fuertes juntos, fracasaremos por separado».
Debemos reforzar la posición del turismo como principal estímulo de la calidad de vida, de la economía y creador de empleo, y volver a hacer llegar este mensaje con firmeza hasta los despachos de quienes deciden sobre las prioridades del Estado.
Estar con el sector en el centro de los paquetes de medidas de estimulación, porque los empleos y los movimientos comerciales que crea un turístico fuerte, así como la confianza de las empresas y de los consumidores del sector pueden desempeñar, y desempeñarán, un papel importante en la recuperación de esta recesión.
Debemos convencer a los dirigentes de que el gasto profesional y asociado en promoción turística puede reportar ingentes beneficios a toda la economía nacional, porque los visitantes son exportaciones.
Nos corresponde también estar en primera línea en la transformación de los modelos que nos lleven a una economía verde, contribuyendo con una actividad limpia de emisiones de carbono, empleos en gestión ambiental y construcciones de bajo consumo energético. Sobre un territorio que debe ser respetado a través de participativos programas de uso y desarrollo.
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