LOS SUBSIDIOS LE PERMITEN A LA EMPRESA AEREA COBRAR MENOS QUE LOS OMNIBUS
La competencia se da en los destinos ubicados a más de 1.000 kilómetros.
Los subsidios crecientes que el Estado viene desembolsando para sostener el funcionamiento de Aerolíneas Argentinas han comenzado a generar "daños colaterales" que afectan a otros medios de transporte.
La tarifas promocionales que la aérea estatal viene cobrando desde hace varios meses en los vuelos de cabotaje están asfixiando a las líneas de ómnibus que prestan servicios premium y ejecutivos.
En épocas normales y en trayectos de más de 1.000 kilómetros de distancia, el precio del pasaje en avión fue siempre entre 2 y 3 veces más caro que el boleto de un ómnibus ejecutivo. Pero ahora, esa relación tarifaria ha desaparecido y, en muchos casos, los tickets aéreos se ubican por debajo de la tarifa de los colectivos.
Tras haber sido reestatizada, Aerolíneas Argentinas salió a desplegar en el mercado doméstico una marcada estrategia de venta de pasajes a precios que se ubicaron en los escalones más bajos de las bandas tarifarias autorizadas por el Gobierno. Con la gestión privada, se vendía sólo hasta el 20% de cada vuelo con las denominadas tarifas sociales. Bajo la gestión estatal, ese porcentaje de asientos a valores promocionales saltó, en promedio, al 80% de cada vuelo.
Esa medida -que reposicionó a la empresa como la principal transportadora aérea del país- provocó una disminución de hasta el 40% en los pasajeros transportados por los ómnibus de alta gama.
Las tres cámaras que agrupan a las líneas de ómnibus de larga distancia -AEETA, Celadi y CEAP- denunciaron ante el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, que "la indiscriminada política tarifaria de Aerolíneas está poniendo en riesgo la fuente de trabajo de casi 10.000 personas que atienden los servicios ejecutivos".
Según los datos que aportaron los autotransportistas, los ejemplos más destacados de la "competencia desleal" que ejerce Aerolíneas con el sustento de los subsidios son los siguientes:
Buenos Aires-Iguazú: El viaje ida y vuelta con la tarifa promocional de Aerolíneas no llega a $ 500; mientras que el boleto de un coche tipo suite es de $ 598 y el de un servicio tipo cama, $ 548.
Buenos Aires-Bariloche: Frente a las tarifas de $ 620 de los ómnibus ejecutivos y de $ 700 de un servicio premium; los tickets aéreos más económicos se ubican en $ 590, también ida y vuelta.
Buenos Aires-Córdoba: Los pasajes aéreos promedian los $ 400 mientras que los boletos de los servicios ejecutivos alcanzan los $ 510 y los tipo suite, los $ 560.
Las empresas de ómnibus también advirtieron que las tarifas de Aerolíneas son extremadamente bajas respecto a las vigentes en los países vecinos. En promedio, la tarifa que cobra Aerolíneas por kilómetro es de US$ 0,05 frente a los US$ 0,22 que facturan las empresas de Brasil y los US$ 0,36 que reciben las aéreas de Chile.
Para corregir esta asimetría, las líneas de larga distancia le reclamaron a Shiavi que ponga fin a las tarifas subsidiadas de Aerolíneas o que, en su defecto, proceda a entregarle a los ómnibus ejecutivos todo el gasoil que consumen al precio diferencial de 82 centavos por litro para poder competir en igualdad de condiciones.
La tarifas promocionales que la aérea estatal viene cobrando desde hace varios meses en los vuelos de cabotaje están asfixiando a las líneas de ómnibus que prestan servicios premium y ejecutivos.
En épocas normales y en trayectos de más de 1.000 kilómetros de distancia, el precio del pasaje en avión fue siempre entre 2 y 3 veces más caro que el boleto de un ómnibus ejecutivo. Pero ahora, esa relación tarifaria ha desaparecido y, en muchos casos, los tickets aéreos se ubican por debajo de la tarifa de los colectivos.
Tras haber sido reestatizada, Aerolíneas Argentinas salió a desplegar en el mercado doméstico una marcada estrategia de venta de pasajes a precios que se ubicaron en los escalones más bajos de las bandas tarifarias autorizadas por el Gobierno. Con la gestión privada, se vendía sólo hasta el 20% de cada vuelo con las denominadas tarifas sociales. Bajo la gestión estatal, ese porcentaje de asientos a valores promocionales saltó, en promedio, al 80% de cada vuelo.
Esa medida -que reposicionó a la empresa como la principal transportadora aérea del país- provocó una disminución de hasta el 40% en los pasajeros transportados por los ómnibus de alta gama.
Las tres cámaras que agrupan a las líneas de ómnibus de larga distancia -AEETA, Celadi y CEAP- denunciaron ante el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, que "la indiscriminada política tarifaria de Aerolíneas está poniendo en riesgo la fuente de trabajo de casi 10.000 personas que atienden los servicios ejecutivos".
Según los datos que aportaron los autotransportistas, los ejemplos más destacados de la "competencia desleal" que ejerce Aerolíneas con el sustento de los subsidios son los siguientes:
Buenos Aires-Iguazú: El viaje ida y vuelta con la tarifa promocional de Aerolíneas no llega a $ 500; mientras que el boleto de un coche tipo suite es de $ 598 y el de un servicio tipo cama, $ 548.
Buenos Aires-Bariloche: Frente a las tarifas de $ 620 de los ómnibus ejecutivos y de $ 700 de un servicio premium; los tickets aéreos más económicos se ubican en $ 590, también ida y vuelta.
Buenos Aires-Córdoba: Los pasajes aéreos promedian los $ 400 mientras que los boletos de los servicios ejecutivos alcanzan los $ 510 y los tipo suite, los $ 560.
Las empresas de ómnibus también advirtieron que las tarifas de Aerolíneas son extremadamente bajas respecto a las vigentes en los países vecinos. En promedio, la tarifa que cobra Aerolíneas por kilómetro es de US$ 0,05 frente a los US$ 0,22 que facturan las empresas de Brasil y los US$ 0,36 que reciben las aéreas de Chile.
Para corregir esta asimetría, las líneas de larga distancia le reclamaron a Shiavi que ponga fin a las tarifas subsidiadas de Aerolíneas o que, en su defecto, proceda a entregarle a los ómnibus ejecutivos todo el gasoil que consumen al precio diferencial de 82 centavos por litro para poder competir en igualdad de condiciones.
Recalde (Gerente Gral de Aerolíneas Argentinas) reconoce el desfasaje tarifario
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, confirmó ayer que se aplicará un aumento que rondará el 15% en los pasajes a algunos destinos que cubre la empresa y reconoció que el cuadro tarifario de la compañía está afectando a otros sectores del transporte.
"Uno de los temas que hay que corregir son las tarifas porque no solamente están bajas y afectan los ingresos de Aerolíneas, sino que también a otros medios de transporte", explicó en declaraciones radiales. En ese sentido, confirmó que "ir a Mendoza en avión sale más barato que hacerlo en ómnibus".
Recalde anticipó que "los incrementos variarán según el destino", y afirmó que tal decisión "está en pleno proceso de estudio".
El titular de la aérea estatal señaló que actualmente "el problema principal de Aerolíneas es la desinversión y el vaciamiento que sufrió durante los últimos años de la gestión privada". Remarcó que el objetivo es renovar la flota, recuperar el buen servicio y que la aerolínea sea eficiente desde el punto de vista económico.
Por otro lado, dijo que la expropiación de la compañía al Grupo Marsans depende de que la Justicia determine su valor para que se concrete el traspaso definitivo a manos del Estado.
"Uno de los temas que hay que corregir son las tarifas porque no solamente están bajas y afectan los ingresos de Aerolíneas, sino que también a otros medios de transporte", explicó en declaraciones radiales. En ese sentido, confirmó que "ir a Mendoza en avión sale más barato que hacerlo en ómnibus".
Recalde anticipó que "los incrementos variarán según el destino", y afirmó que tal decisión "está en pleno proceso de estudio".
El titular de la aérea estatal señaló que actualmente "el problema principal de Aerolíneas es la desinversión y el vaciamiento que sufrió durante los últimos años de la gestión privada". Remarcó que el objetivo es renovar la flota, recuperar el buen servicio y que la aerolínea sea eficiente desde el punto de vista económico.
Por otro lado, dijo que la expropiación de la compañía al Grupo Marsans depende de que la Justicia determine su valor para que se concrete el traspaso definitivo a manos del Estado.
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