Mientras en los medios se sigue especulando sobre a cuánto ascienden las pérdidas de Aerolíneas en agosto (la cifra rondaría los U$S 57 millones), lo concreto es que modificaciones presupuestarias decididas por la Jefatura de Gabinete habrían permitido una nueva reasignación de fondos que, según un estudio de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), implicarían una ampliación en los gastos corrientes y de capital del presupuesto de U$S 130 millones ($ 507 millones) y una reasignación de gastos de U$S 370 millones ($ 1.406 millones).
Parte del dinero reasignado a la línea aérea estatizada provendría de partidas antes destinadas a los servicios de trenes y subtes, según la entidad. Alcadio Oña, en su columna del diario Clarín, precisa este martes que al 6 de septiembre Aerolíneas había consumido recursos públicos por U$S 409 millones ($ 1.557 millones) y que el aumento en el cupo llegaría a U$S 550 millones ($ 2.090 millones).
Con un rojo reconocido superior a los U$S 57 millones ($ 218 millones) mensuales, todos coinciden en que serán necesarios nuevos aportes para sostener la compañía de aquí a fin de año. Dentro de la aérea y del gobierno, se comenta la supuesta decisión de la Presidenta de seguir sosteniendo a la compañía con todos los recursos del Estado hasta abril de 2010. Si para entonces su funcionamiento no entra en un cauce de normalidad -económico y de servicio- el futuro de la empresa será decidido por el Congreso, para ese entonces con mayoría opositora. La amenaza tiene un destinatario más que evidente: los gremios aeronáuticos.
Fuente: Aviación News
Parte del dinero reasignado a la línea aérea estatizada provendría de partidas antes destinadas a los servicios de trenes y subtes, según la entidad. Alcadio Oña, en su columna del diario Clarín, precisa este martes que al 6 de septiembre Aerolíneas había consumido recursos públicos por U$S 409 millones ($ 1.557 millones) y que el aumento en el cupo llegaría a U$S 550 millones ($ 2.090 millones).
Con un rojo reconocido superior a los U$S 57 millones ($ 218 millones) mensuales, todos coinciden en que serán necesarios nuevos aportes para sostener la compañía de aquí a fin de año. Dentro de la aérea y del gobierno, se comenta la supuesta decisión de la Presidenta de seguir sosteniendo a la compañía con todos los recursos del Estado hasta abril de 2010. Si para entonces su funcionamiento no entra en un cauce de normalidad -económico y de servicio- el futuro de la empresa será decidido por el Congreso, para ese entonces con mayoría opositora. La amenaza tiene un destinatario más que evidente: los gremios aeronáuticos.
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